León, Guanajuato.- Los pacientes graves por COVID-19 no pueden recibir los santos óleos, para evitar que se contagien los sacerdotes; sin embargo la Iglesia les concede indulgencias plenarias.
Recientemente se dio a conocer que en el estado de Puebla hay sacerdotes infectados, pero en León hasta ahora eso no ha sucedido, dijo el vocero de la Arquidiócesis de León, el padre Marcos Cortés Muñiz.
“Todo va muy bien en la Diócesis. No tenemos ningún caso de contagio, nos estamos protegiendo llevando a cabo las misas a puerta cerrada”.
Cuando una persona solicita un auxilio espiritual, como confesión, el sacerdote tiene que ir bien protegido y checar las condiciones para poder atenderlo en casa. Tenemos pocos casos, porque las personas prefieren estar resguardadas”, dijo.
El vocero señaló que han exhortado a la comunidad diocesana a estar unida espiritualmente a través de redes sociales, escuchando la misa.
Las confesiones directas están canceladas y los sacerdotes llevan a cabo las misas a puerta cerrada, sólo acompañados con el equipo de Liturgia.
La Arquidiócesis está colaborando con todas las indicaciones de las autoridades de Salud en relación a la contingencia sanitaria”, añadió el sacerdote .
Un sacerdote puede dar auxilio espiritual a un paciente sólo si cuenta con los medios de protección como bata, guantes de látex, mascarilla N95, cubrezapatos y gorro, entre otros.
Y asegurarse que la persona no tenga enfermedades preexistentes (diabetes, hipertensión, obesidad mórbida o alguna otra que represente defensas débiles). Si no tiene esta protección, que no se acerque al paciente pues se va a contagiar y será propagador del virus a más personas”, dijo.
AM