Salamanca.- La soledad de la calle con sus banquetas arropadas por la sombra de los ficus enmarcan la tranquilidad que rodea del Centro Estatal de Cuidados Críticos, pero dentro, un mes de batalla contra el Covid-19 ha cambiado vidas.
La lucha contra contra la nueva enfermedad cambió perspectivas de médicos y enfermeras guanajuatenses, pero la lección debe aprenderse por todos.
“Creo que esto nos va a dejar a los seres humanos una gran lección”, menciona con una mirada serena detrás de los redondos lentes de pasta Juan Gerardo García Doberganes.
El director del Centro Estatal de Cuidados Críticos (CECC) de Salamanca, en entrevista para am resalta también el apoyo de la sociedad civil como una clave en esta batalla.
Reconocimientos, fotografías de congresos y reuniones, una colección de tazas y una mesa adicional para reuniones rodean el escritorio del director en su espacio.
Es notorio que el médico está en lo que ha sido su entorno habitual desde hace 9 años, pero los cubrebocas en todo el personal, y el que él mismo porta dan evidencia de que algo cambió.
Fue el 26 de marzo cuando llegó el primer paciente por Covid-19 a este hospital que en hora y media logró reconvertirse para dar atención a estos pacientes con sus 170 médicos y enfermeras.
Doberganes ya había tenido una vivencia similar en 2009 cuando la pandemia de influenza H1N1 se combatió también en estas mismas instalaciones, pero el panorama no se compara.
“Puedes leer una, dos o tres veces, o tener una experiencia previa como la que tuve yo, pero todos los escenarios siempre son diferentes”, contó.
Todos los escenarios, te modifican, te cambian, te tocan, y te pueden tocar para bien o para mal”
“Este primer mes le ha dejado claro que, “la unión hace la fuerza, si trabajamos juntos, y no es rollo, es en serio”, agregó.
Si trabajamos juntos en el mismo camino con la misma meta que es salvar una vida, cuidándonos unos a otros, puedes obtener esos bellísimos y mágicos resultados de poder regresar a alguien a su entorno”.
Son 10 pacientes los que han salido de este hospital después de recibir tratamiento contra el Covid-19; 3 de ellos regresaron a sus casas y otros 7 han vuelto a los hospitales donde inicialmente les dieron tratamiento al tener mejoría notoria.
En el caso de una paciente procedente de Uriangato, salió del CECC, regresó al hospital de esa ciudad y poco después fue dada de alta.
“Ver esto no como un trabajo sino como una misión y ver esta como nuestra casa, y vernos como una familia; eso nos permite dejar toda la calidez que ha plasmado y ha caracterizado a cada uno de mis compañeros en la atención y en el servicio que se da a nuestros pacientes”.
De este hecho da cuenta esa fotografía que resalta entre los diplomas, reconocimientos y fotografías formales de reuniones.
Es una “selfie” del director con colegas suyos, todos con cubrebocas con diseños impresos que emulan bocas de caricatura, y los médicos rematan con gesticulaciones graciosas.
Pero también hay episodios complicados, pues hay casos que verdaderamente los han puesto a prueba.
Uno de ellos permanece en el lugar, “es una paciente que lleva 24 días con nosotros, estable, grave, de hecho que mis compañeros y ella están luchando día a día”
Pero en esa batalla por la vida, “nos están poniendo un ejemplo, tengo compañeros rifandosela por salvar la vida de nuestros pacientes”.
Todo esto, “me ha enseñado a priorizar mi vida, reacomodar en valores, en importancia a lo que compete, a lo que está alrededor de tí”.
¿Cuántas veces caminábamos por la calle y veíamos un pájaro o una flor y no lo valoras? Cuando ya estás adentro y estás en la línea de batalla, sales y gozas lo que ves, aprendes a ver la vida de otra manera, definitivamente”.
“No quiero sonar muy soñador pero yo creo que esto nos a dejar a los seres humanos una gran lección y de aquí tenemos que aprender, tenemos que volver a darle la importancia a las cosas que realmente se merecen la importancia”
Pero además destacó las muestras de apoyo que han dado tanto algunas empresas en Salamanca, como los pacientes que estuvieron por alguna quemadura en el CECC.
Es una parte hermosa, lo digo con toda la palabra, hermosa, porque no solo son cosas físicas, en el facebook te ponen frases de aliento, fotos de ellos”.
“Nos ponen: “¿se acuerdan cuando pasábamos con ustedes?”, “¿se acuerdan de este día que estuvimos juntos?” entonces eso nos motiva a todos a dar más allá de lo que tenemos que dar”.
Literalmente a estar brindando lo mejor de nosotros y más allá, para que la gente restablezca su estado de salud se restablezca y puedan regresar con su familia”.
Sobre la incredulidad que permanece entre la sociedad sobre el Covid 19, “me da tristeza, frustración, me da enojo, porque tengo compañeros rifandosela por salvar la vida de nuestros pacientes”.
“Es increíble, habemos gente, compañeros médicos y muchas enfermeras y enfermeros que nos alejamos de nuestra familia y literal vamos para un mes y medio sin verlo”
Los ves en teléfonos y todo, pero no es lo mismo el contacto físico con la familia, y ves a gente que de manera irresponsable organiza fiestas y hacen pachangones. ¿que parte de lo que están viendo no queda claro?”.
MCMH