Silao, Guanajuato.- El pasado 21 de enero, en la comunidad de Chichimequillas del municipio de Silao, una mujer y su hijo fueron brutalmente asesinados por su esposo y padre Benjamín, de 44 años, en el interior de su domicilio durante la madrugada.
De acuerdo a la Fiscalía General del Estado, luego de recibir un reporte ciudadano que indicaba que en un domicilio de la comunidad de Chichimequillas se encontraba un hombre de 44 años que aseguraba que su esposa y su hijo habían sido privados de su libertad por hombres armados, acudieron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública en compañía de Ministerio Público a la zona.
Al arribar al inmueble ubicado en calle Mirador, los agentes de investigación se dieron cuenta que el lugar estaba lleno de manchas y charcos de sangre, desde la entrada principal los vestigios de una lucha encarnizada quedaron por las paredes y el suelo.
Dentro del domicilio, se percataron que la sala, las cobijas y los muebles se salpicaron de sangre. Un espejo roto se podía observar en una de las habitaciones y en el baño el desorden daba una idea a los peritos de los lugares donde intentaron protegerse las víctimas.
Al entrevistarse con el propietario del lugar dijo desconocer el paradero de su esposa e hijo, ya que hombres armados se los habían llevado, pero él había logrado escapar de ellos.
Dudan de su versión y termina confesando doble homicidio
En la búsqueda de información susceptible de analizar, se realizaron diversos interrogatorios a Benjamín, quien mostraba una actitud cada vez más sospechosa y sus declaraciones no coincidían.
Las sospechas cobraron sentido una vez que el Agente del Ministerio Público pudo establecer la probable participación de Benjamín, quien no pudo sostener su versión y aceptó su responsabilidad e indicó a los agentes el lugar exacto donde dejó los cuerpos de su esposa y de su hijo.
Agentes de Investigación y peritos forenses siguieron las indicaciones del inculpado y llegaron a una zona cerril en la comunidad Yerbabuena, donde encontraron los cadáveres inertes de su esposa Alma, de 43 años y su hijo Fernando, de 22 años entre los matorrales.
Por su parte, la unidad de Homicidios inició las primeras investigaciones, bajo su perspectiva forense los peritos extrajeron muestras físicas y biológicas, incluso pudieron obtener muestras de sangre que encontraron en un vehículo de motor tipo camioneta en color verde, acondicionada con redilas marca Dodge línea RAM 3500 V8.
Lo anterior quedó asentado y documentado en la carpeta de investigación donde se describe cómo esa madrugada el inculpado les arrancó la vida cruelmente a su esposa e hijo golpeándolos varias veces con un objeto cortocontundente en diversas partes de sus cuerpos, principalmente a la altura de sus cráneos.
Luego utilizó una camioneta color verde para trasladar sus cadáveres hasta un camino de terracería conocido como “El Rascadero”, el cual se ubica en la comunidad Yerbabuena, en el municipio de Silao, donde se deshizo de los restos de quienes fueron su familia.
Benjamín fue detenido y en ese momento se le dio lectura de sus derechos constitucionales, posteriormente se solicitó a la autoridad jurisdiccional la audiencia inicial donde fueron presentados los elementos de prueba que sustentan la imputación del Ministerio Público en su contra por el delito de feminicidio y homicidio en razón de parentesco, en agravio de su esposa y su hijo, respectivamente
En razón de lo anterior, el Juez determinó que el acusado fuera recluido en prisión vinculado a proceso penal, durante un plazo de tres meses mientras se lleva a cabo la investigación complementaria antes de que sea sentenciado por su cruel actuar.
MCMH