Guanajuato.- Tres de cada 10 fallecidos en Guanajuato por coronavirus tenían obesidad.
El 28.8% de las personas que fallecieron por COVID en la entidad hasta el 23 de enero del año en curso tenían obesidad.
Según datos de la Secretaría de Salud de Guanajuato, en la entidad, hasta esta fecha, 14 mil 147 personas murieron por el virus, de las cuales 4 mil 75 tenían exceso de peso.
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La población más afectada son los hombres con el 56.4% de las muertes, es decir, 2 mil 299, mientras que mil 776 (43.5%) se trató de mujeres.
La doctora Luz Violeta Gutiérrez Serrano, coordinadora del Programa de Obesidad y riesgo Cardiovascular del Estado, mencionó que la obesidad es un factor de riesgo muy constante que se ha relacionado con las complicaciones de COVID grave.
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Explicó que las personas con obesidad tienen una inflamación crónica en su cuerpo, lo cual provoca complicaciones en los pulmones y el sistema respiratorio, además de que la respuesta inmunológica también se ve afectada ante cualquier amenaza.
“Las personas con obesidad tienen alterada su capacidad pulmonar y del diafragma para los movimientos respiratorios y eso también complica el tratamiento y manejo de estos pacientes cuando llegan a una unidad de cuidados intensivos y mejorar la saturación del oxígeno y conectarlos a un ventilador no es sencillo.
“Su función pulmonar está alterada, no es como en las personas que tienen un peso corporal normal, tienen mayor resistencia en las vías respiratorias y dificultad para expandir los pulmones”, indicó la doctora.
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La especialista subrayó que en México se ha registrado que las personas con obesidad tienen un 56% más de probabilidades de necesitar hospitalización y mayores posibilidades de desarrollar la enfermedad grave por COVID.
Añadió que es necesario atender la obesidad no sólo por el coronavirus, sino porque es un factor de riesgo para desarrollar otras enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial y enfermedades del corazón, además de que se ha relacionado con una mayor mortalidad por el coronavirus.
“La obesidad es una enfermedad crónica, todos los alimentos tienen calorías, entonces el cuerpo debe tener un equilibrio entre la entrada y salida de las mismas y hay un desequilibrio cuando la persona ingiere más calorías de las que gasta.
“Es por eso que se define como una enfermedad por un balance positivo de energía, la obesidad se considera como una pandemia por la alta prevalencia que tiene en el mundo, se habla de mil 900 millones de adultos que padecen este problema de salud según la Organización Mundial de la Salud”, precisó la doctora Gutiérrez.
Las causas para desarrollar obesidad son múltiples, las más frecuentes son el consumo excesivo de calorías y el sedentarismo.
Es por ello que el tratamiento debe ser integral con apoyo médico, psicológico y de un especialista en nutrición.
Cambian su vida temor y coronavirus
En plena pandemia cuando los gimnasios no estaban abiertos y tras contagiarse de coronavirus y aislarse en su casa durante tres meses, Andrea Peralta Vázquez decidió emprender el camino a una vida más saludable.
De pesar 94.2 kilos ahora pesa 58, la joven de 26 años aconsejó comenzar con metas pequeñas y dar el primer paso, pues bajar de peso es un proceso en el que lo más importante es no rendirse, ni satanizar la comida.
“Y empezar a tenerle amor a la comida de forma sana. Inicié el proceso en noviembre del año pasado por lo del COVID, estaba subida de peso y empecé a subir más porque no hacía nada en la casa y empecé a consumir alcohol y todo eso me hizo subir aún más.
“Para finales del año pasado fui a hacerme unos estudios de sangre y me dijeron que tenía altos los triglicéridos, que tenía que hacer ejercicio porque más adelante podía ser dañino para mí, además de que mis papás tienen diabetes”, contó.
Andrea confesó que tras este diagnóstico pensó en sólo perder dos o tres kilos, pero sentirse mal físicamente y padecer falta del aire al subir las escaleras de su casa la hicieron reflexionar.
“En internet me encontré a la nutrióloga Doris y decidí ir con ella y al principio era como bajar 10 kilos y nada más, pero cada vez que iba con ella me motivaba más, iba con metas pequeñas, tenía cita cada 15 días e iba bajando de dos o tres kilos.
“Me tocó en tiempo de pandemia comenzar la dieta y para mí era difícil porque no había gimnasios abiertos y el ejercicio era en casa, la dieta no es fácil pero tampoco se me hizo tan difícil”, compartió la joven.
Recordó que antes de tener un peso corporal adecuado se enfermaba con frecuencia debido a que tenía muy bajas las defensas, una de las enfermedades que contrajo junto con su familia fue el nuevo coronavirus.
“Fue justamente al incio de la pandemia, estuve en mi casa encerrada tres meses, también les dio a mis papás, hermanos y tíos porque estuvimos juntos en un velorio y creo que ahí pasó.
Como no estaba muy explicado esto del COVID sólo tomamos muchas vitaminas y tés.
“Creo que después eso y el que yo estuviera a dieta favoreció porque mi hermana también bajó 12 kilos y mi mamá 16, dentro de todo fue algo bueno para todos”, expresó Andrea.
MCMH