Guanajuato.- Tras sobrevivir al COVID-19, hace ya un año, Armando Alcántara Salgado agradece a San Juditas por darle una nueva oportunidad de disfrutar la vida en compañía de su familia.

“La verdad fue una experiencia muy desagradable, estuve a punto de perder la vida. Dios es tan grande que dijo, te voy a dejar otro ratito, pero es un vivir terrible que a nadie se lo deseo.

“Mucha gente cree que esa enfermedad no existe, hasta cuando realmente les da, es cuando creen y empiezan a tomar las medidas correspondientes”, señaló Armando.

Él era de las personas que en un principio no creía en el COVID, y usaba el cubrebocas más que nada porque era obligatorio para entrar a cualquier lado.

“Llegué a estar internado y a punto, a punto de morir”, recuerda Armando quien hace un año fue internado durante 15 días en el Hospital General de Guanajuato.

Comentó que todo empezó con un catarro, cuerpo cortado, dolor de cuerpo, dolor de cabeza, posteriormente llegaron dolores que no se quitaban con ningún medicamento.

“Fue una cosa horrenda, me empezó a faltar el aire, por lo que decidí internarme, no me quedó otra alternativa. Bendito sea Dios, sí la libre”, contó Armando quien recuerda que antes de ir al hospital se despidió de su esposa e hijos “me los cuidas”, le comentó a su pareja, pensando que quizá no iba a volver a ver a su familia.

Una vez que salió del hospital Armando continuó la recuperación en su casa, con un tanque de oxígeno, y, cuando por fin libró la enfermedad, acudió a visitar a San Juditas para dar gracias por estar de nuevo con su familia.

MCMH

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