Guanajuato.- Del virus del COVID-19 nadie se salva, tampoco los deportistas de alto rendimiento.
Tal fue el caso de los jugadores del equipo Irapuato de la Liga Premier, quienes en septiembre del 2020 reportaron 22 casos positivos luego de realizarse las pruebas PCR para que los jugadores pudieran iniciar su participación en el torneo 2020-2021.
Uno fue el portero irapuatense Jaime Patiño Abarca, quien junto a sus compañeros peleó contra el virus comenzando su proceso de cuarentena y recuperación.
Sin embargo, no ha sido la única ocasión que el jugador se contagió, se volvió a enfermar de COVID-19 en diciembre del 2021, ya estando en las filas de su actual equipo Tecos FC. “La segunda vez sí me sentí un poco más mal, con fiebre, tos y dolores de cabeza”, dijo.
Sobre las secuelas el deportista comentó: “Pues no sé si tenga algo que ver pero por momentos sentía que me sofocaba más rápido de lo normal, pero no sé si haya sido alguna secuela de eso o hayan influido otros temas como falta de ritmo, clima y cosas así”.
El portero en ese momento del equipo Irapuato luego de recuperarse del primer contagio, compartió que lo primero que hizo fue seguir entrenando y comenzar a entrar en ritmo.
“Lo primero que quería era estar cerca de mi familia, de mis amigos, sientes como si hubieras estado mucho tiempo sin verlos, lejos de ellos y con la incertidumbre porque en un inicio no se sabía mucho de la enfermedad, la verdad la primera ocasión la pasé muy mal durante unos días, pero eso te hace valorar tu salud, tu familia, todo”, señaló.
El jugador reconoció que en ningún momento pasó por su mente morir o estar hospitalizado.
“Mi preocupación más grande era que a alguien de mi familia le pudiera afectar de una manera grave, por ello trataba de hacer todas las recomendaciones para cuidarme y al mismo tiempo cuidar a mis seres queridos”.
El mundo se paró
Jaime Patiño recordó que en febrero del 2021, a mediados de la segunda vuelta del torneo 2020-2021, fue cuando la Liga Premier decidió suspender el torneo.
“Desde ahí me comenzó a cambiar la vida, la espera fue bastante larga porque se pararon todos los entrenamientos, los partidos aproximadamente unos siete meses.
“La pandemia llevó a la sociedad a un estado de shock, todos nos paralizamos, con el confinamiento, la gente no podía salir, se asomaban a las terrazas, a los patios, hasta que poco a poco volvieron a salir y la economía se fue reactivando, para nosotros que nuestro trabajo es estar viajando, entrenar en grupo, sí fue muy complicado”, recordó.
El deporte vivió un situación difícil “los partidos se suspendieron, todo actividad, nosotros teníamos que entrenar en casa, pero obviamente no era lo mismo, desde los espacios pequeños, la falta de espacios para el toque de balón, volvimos a retomar actividad en circunstancias nunca vistas, como el uso de cubrebocas, las pruebas PCR antes de los partidos, el jugar partidos a puerta cerrada, los protocolos fueron modificándose”, apuntó.
Sobre cuál fue su sentir al momento de que las autoridades comenzaron a informar de la llegada de vacunas, dijo: “Era de alegría porque era la luz al final del túnel después de tanta gente fallecida y pérdidas que hubo, mucha felicidad porque de cierta forma tienes la tranquilidad de que puedes estar protegido ante el virus”.
MCMH