Guanajuato.- Diego Sinhue trabajó como garrotero y albañil en Salamanca, España, cuando tenía 22 años, porque se fue a estudiar una maestría pero sin beca.
Así lo dio a conocer él mismo ayer ante un auditorio de alrededor de 300 estudiantes y padres de familia reunidos en el Centro de Convenciones.
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El primero que reveló la noticia de que el gobernador de Guanajuato fue albañil fue Alejandro Navarro, presidente municipal de la capital, durante su intervención en el evento.
Pero enseguida Rodríguez Vallejo, en su turno, dijo que iba a contar bien la historia porque el alcalde no la había contado completa.
Y recordó que en 2003, fue a estudiar a Salamanca, España, después de concluir la universidad, cuando él ya era abogado titulado, porque se fue a cursar la maestría. Él no lo dijo, pero fue en Grafología, según había dicho antes Alejandro Navarro.
Pero le negaron la visa de estudiante, que le hubiera permitido trabajar de manera legal. Así que se fue con visa de turista y así se puso a trabajar.
“Pero yo trabajé de manera ilegal. Yo trabajaba en una discoteca de garrotero, mesero, como le quieran llamar: juntando vasos, sirviendo cubas, llevando y lavando los vasos.
Y para mí sí fue una friega, porque allá sí son muy trasnochados. La discoteca abría a las 9 o 10 y cerraba a las 6 de la mañana. Imagínense, era toda la noche. Y una cosa era estarse divirtiendo y otra cosa estar trabajando”.
Pero sucedió que el antro cerró para remodelarlo. Y como Diego Sinhue no tenía contrato, porque no tenía documentos oficiales para trabajar, la dueña del negocio le avisó que iban a cerrar y él se quedaría sin empleo. A menos que quisiera ayudarla trabajando de albañil, y si era así, podía quedarse a trabajar en la remodelación del bar.
“Yo dije: claro que sé, soy mexicano, a los mexicanos nada se nos atora. ¿Conoce las pirámides de Chichen Itzá? Esas las hicieron mis antepasados. Obviamente nunca había trabajado de eso, me arremangué como ahorita y me dieron un rotomartillo y a romper el piso del antro.
“Salía del trabajo como maraquero, con el pulso (temblando). Estuve trabajando como dos o tres meses en la remodelación del bar. Para mí fue una gran experiencia, que te ponen a hacer de todo.
Recuerdo la primera vez que me pusieron a hacer una mezcla, parecía más engrudo que nada. Pero fue un aprendizaje y fue parte de la experiencia”, recordó.
El gobernador contó la anécdota para mostrarles a los jóvenes que lo escuchaban que ahora, casi 20 años después de su experiencia, gracias al Gobierno de Guanajuato, ahora los estudiantes tienen muchas oportunidades de obtener becas para ir a estudiar al extranjero lo que quieran, sin tener que pasar penurias ni dificultades económicas.
Hay historias que si no fuera por el apoyo de los gobiernos de Guanajuato, no podrían hacerlo”, expresó.
DSS