Cortazar, Guanajuato.- “Estábamos en unas albercas, pero llegaron unos rateros y le dieron unos balazos a mi mamá, a mi hermano, a mi papá y a mis dos tíos”.
Estas fueron las palabras de una niña de ocho años a su tío, luego de que sus papás y su hermano murieran en el ataque armado cometido el domingo pasado en el balneario La Palma.
A dos días de la tragedia, los cuerpos de Lidia, su esposo Francisco, su hijo y dos hermanos, Héctor Antonio y Hugo Daniel, fueron velados en una funeraria del centro de la ciudad que los vio crecer.
Un primo de Lidia, quien solicitó permanecer en el anonimato, dijo que en un inicio el Gobierno Municipal, encabezado por Ariel Corona, les ofreció algún tipo de apoyo económico, sin embargo, parece que este nunca va a “llegar”.
“Primero le pidieron a mi tío que no llevara a cabo una investigación, que se le iba a apoyar económicamente con los gastos funerarios, que no se preocupara, él llega a la ciudad de Guanajuato, y ya después de que firman y que dan el carpetazo cambian las cosas, ya no está el programa”.
Y pidió que se cuide la memoria de sus primos y sobrino.
“Nuestro gobernador lo dijo en rueda de prensa, que se sabía que eran personas malas, lo cual no es así.
“Todo lo dan a mal y dicen que porque estaban en la delincuencia, o porque hacían, o porque vendían o porque tomaban. Inclusive en Fiscalía dijeron que no, que todo está bien y sabemos que no son gente de mal y ahora gestionan otra cosa, el gobernador dice que por eso los mataron”, comentó.
Recordó que Francisco (esposo de Lidia) era un hombre trabajador y responsable, por lo que incluso la empresa para la que trabajaba los apoyó con los gastos funerarios.
Señaló que sus primos Hugo y Toño (el más chico) serán recordados como grandes personas. Hugo era padre de dos niños y Toño de una niña.
“Hugo trabajaba para una empresa en Cortazar. Una persona que no se metía con problemas con nadie, serio.
“No mataron a ningunos delincuentes, se acabó una familia completa”.
Recordó a su sobrino como un niño sano y simpático y dijo que será difícil olvidar las palabras de su sobrina, la hija de Lidia.
LALC