León, Guanajuato.- Luego de estar internada cerca de tres meses en la T21 y en la T1 a donde fue referida en noviembre, Monse, quien padecía insuficiencia renal, falleció el 31 de diciembre del año pasado; era mamá de Natalia Guadalupe, de 7 años, y de Brandon Alexander, de 11. 

Su cuñada Miriam Noemí y su hermana Sandra exigen que se haga justicia por la muerte de Monse y que se aclare lo que realmente pasó, pues las causas del fallecimiento que aparecen en su acta de defunción son: síndrome de distrés respiratorio agudo severo, encefalopatía, secuelas de meningitis y enfermedad renal crónica.

“Cuando estaba en la T-21 hubo unos días que no nos dejaban entrar a estar con ella porque nos decían que había un virus y hasta tenían muy feo ahí donde estaba ella y otros pacientes, ya ni barrían. 

“Queremos que se haga justicia por todo lo que le hicieron porque cuando cerraron un quirófano hasta les hacían las diálisis ahí mismo en el cuarto donde había más pacientes, nada más le cerraban a la cortina y ahí mismo les hacían la diálisis, pero no recogían, estaba todo sucio”, contó Miriam. 

Las familiares de María Monserrat Ramírez Pérez recordaron que todo empezó en agosto cuando ella presentó hinchazón en algunas partes del cuerpo y náuseas con vómito, los síntomas se agravaron en septiembre. 

Por este motivo, Monse acudió el 23 de septiembre a la clínica T21 del IMSS, donde se le colocó un catéter venoso central para realizarle una hemodiálisis de urgencia debido a que fue diagnosticada con insuficiencia renal. 

En dicha unidad inició el tratamiento de hemodiálisis, donde recibió cuatro sesiones, y el 5 de octubre se le colocó el catéter de diálisis peritoneal, para lo cual se le aplicó anestesia, esto según notas médicas del IMSS donde se describió el resumen de evolución y tratamiento de la paciente.

 

Aparece parálisis facial

 

En estas mismas notas mostradas por su cuñada Miriam, se indicó que el 10 de octubre Monse les dijo a los médicos que sentía una disminución de la vista del ojo derecho, pérdida del oído o sordera y una parálisis facial con visible desviación de la boca del lado derecho.  

Debido a estos síntomas fue referida a la T1, donde se le realizó un estudio de neuropatía, a su ingreso se encontró también parálisis facial izquierda. 

“Mi mamá escuchó que un doctor dijo que suspendieran todos los medicamentos porque había sido un medicamento en mal estado lo que había paralizado la cara, mi hermana ya no escuchaba, casi ya no veía y tampoco ya no podía caminar”, recordó Sandra. 

Monserrat de 27 años, antes de complicarse su salud. Foto: Cortesía de familiares de Monse.

Fue hasta el 3 de noviembre fue dada de alta tras una leve mejoría y se le indicó acudir a sesiones de hemodiálisis en la T21; el 16 de noviembre, al encontrarse en el área de admisión hospitalaria para ingresar a neurología, presentó convulsiones y se envió a urgencias para su valoración. 

El 17 de noviembre se le realizó una punción lumbar y se consultó con el servicio de infectología para determinar un antibiótico para meningitis subaguda. Posteriormente, el día 29 se le hizo otra punción lumbar para valorar la respuesta del antibiótico y los médicos le informaron a sus familiares que no había infección en el líquido cefalorraquídeo. 

 

Todo se complicó 

 

Desde el 16 al 30 de noviembre del 2022 Monse permaneció internada en la T1, fue dada de alta por mejoría pese a que el diagnóstico de egreso fue: meningitis, neumonía por hospitalización e hipertensión arterial. 

En casa requirió oxígeno y a los pocos días fue ingresada de nuevo a la T21, donde falleció el 31 de diciembre. 

El 12 de diciembre, el caso de Monse fue dado a conocer en noticieros Televisa a nivel nacional y donde ella aún pudo declarar que luego de recibir la anestesia para colocar el catéter peritoneal su salud se complicó.

“En cuanto me hicieron lo del estómago me pasó lo de la cara, ya no miraba, yo les decía que ya no escuchaba pero no me hacían caso”, aseguró. 

Al preguntarle por qué le dio la parálisis, Monse respondió: “aquí me dijeron que porque tenía un hongo, que me inyectaron algo mal, yo estaba bien nada más me inyectaron algo caducado en la ráquea. Aquí ya me da miedo que me hagan por lo que me pasó y que me vayan a dejar igual por eso no me gusta estar aquí”, expresó con dificultad debido a la evidente parálisis en su rostro. 

El pasado 18 de abril, AM publicó que el Gobierno Federal clasificó como reservados por cinco años los resultados de la investigación que se realizó el año pasado en el Hospital General de la Zona No. 21 del IMSS tras la muerte de 10 pacientes con insuficiencia renal que presentaron parálisis facial. 

Durante este tiempo nadie podrá saber qué provocó la muerte de estos 10 pacientes y complicó la salud de al menos cinco más. 

LALC

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