León, Guanajuato.- Para que los médicos y personal de Salud cuenten con una orientación de cómo proceder para tratar a los pacientes con el menor riesgo, deben existir normas, guías y procedimientos por escrito.
Así lo afirmó el infectólogo Alejandro Macías Hernández, quien destacó que debe de haber normas y guías respecto de cómo proceder al menos para las enfermedades más comunes o las de mayor impacto social, económico y de salud pública.
No podemos dejar sin guías a la práctica médica, no podemos dejar las guías porque trabajamos con la materia prima más preciada que es el ser humano.”
“Eso existe en todo el mundo, no nada más en México. No podemos dejar sin guías a la práctica médica, no podemos dejar las guías porque trabajamos con la materia prima más preciada que es el ser humano y si la dejamos al libre mercado, pues entonces algunas acciones se pueden dejar de hacer por ahorrar dinero.
“Ya sea que esto lo haga el gobierno a través de normas o tenga que delegarlo a las sociedades médicas, por ejemplo que en lugar de una norma para el tratamiento de cáncer de mama que exista una guía para la prevención y el manejo del cáncer de mama por la Sociedad Mexicana en Oncología, bueno eso es algo que se puede discutir y se puede plantear, pero no dejar sin normas”, aclaró.
Freno legal
El catedrático e investigador de la Universidad de Guanajuato (UG) explicó que las Normas Oficiales Mexicanas en materia de salud frecuentemente se utilizan para promover amparos o en casos legales para denunciar que algo en la atención médica no se está haciendo.
Sin embargo, consideró que para que las NOMs no se conviertan solo en una herramienta legal es necesario impulsar la elaboración de guías, no necesariamente normas a través de los gremios médicos a los que el gobierno les delegue esa autoridad y se establezca cuáles van a ser las consecuencias de no seguir las guías como el retiro de algún tipo de certificación o una multa.
“No digo yo que sea un mal uso de las normas, pero frecuentemente se utilizaban ya más para cuestiones legales que para la atención médica porque si no tienen dientes, digamos, las normas para evitar que alguien las viole, pues al final se convierten en letra muerta o en solamente una herramienta o en un arma para impulsar acciones legales”, subrayó.
Y cuando tienes una ley o una norma a la que nadie le hace caso se convierte más bien en un obstáculo.”
Macías advirtió que el no tener guías o NOM afectan a la población en general y señaló que algunas de estas normas se han convertido en letra muerta, es decir que ya nadie las sigue o hace caso.
“Y cuando tienes una ley o una norma a la que nadie le hace caso se convierte más bien en un obstáculo y en una sobrerregulación, eso es verdad, también es verdad que algunas normas o guías requieren actualización urgente.
Al final todos podemos estar de acuerdo en que todos estamos interesados en que las cosas se hagan bien y lo ideal como ocurre en todos los países es que existan normas y guías y procedimientos por escrito que nos digan por dónde ir para el mayor beneficio de los pacientes”, concluyó.
El contexto
Sin una justificación, el subsecretario federal de Salud, Hugo López-Gatell, canceló 32 Normas Oficiales Mexicanas destinadas para la prevención, tratamiento y control de enfermedades, la mayoría catastróficas como el cáncer de mama, cérvico uterino, de próstata y diabetes mellitus.
El 1 de junio se publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Suplemento del Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad 2023” que incluye la cancelación de estas Normas Oficiales Mexicanas (NOMs).
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CA