Guanajuato.- En punto de las 3 de la tarde de este martes, todos los templos del estado se unieron al repique de campanas convocado por la Conferencia Episcopal de México (CEM), en memoria de todas las víctimas de la violencia y como clamor por la justicia en el marco del primer aniversario del asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la Sierra Tarahumara.
Toma por sorpresa a celayenses
Aunque tomó por sorpresa a muchos ciudadanos, durante diez minutos en distintas partes del municipio de Celaya retumbó el sonido que provocó que algunas personas voltearan hacia arriba y se cuestionaran el motivo de esto.
Yo no sabía hasta que le pregunté a mi amiga, pero falta que se pongan a trabajar en lugar de estar tocando las campanas, que trabajen en acabar con la delincuencia y evitar que haya tantas víctimas. Que el llamado sea para las autoridades”, dijo Patricia, una comerciante de la Calzada.
“Es bueno el mensaje, pero a la vez muy triste, porque hay muchas familias que han perdido a sus seres queridos y hacerles recordar esos momentos es triste”, comentó Joaquín, un señor que se encontraba sentado cerca de la Bola del Agua.
“Es demasiada gente la afectada, pero es necesario que se les recuerde. Tenemos que encontrar la paz con las personas violentas, porque ellos juntan más gente y más gente y eso afecta, es cuestión que nos reunamos y volvamos a convivir como antes”, dijo Susana, ciudadana que estaba frente a la Catedral de Celaya.
En Moroleón ciudadanos piden más seguridad y justicia
Durante 15 minutos continuos repicaron las campanas del templo de El Señor de Esquipulitas, en Moroleón, con motivo de la Jornada por la Paz, así como el recuerdo a las víctimas de violencia, en una tarde calurosa en la que los asistentes indicaron desconocer el motivo de las campanadas, aunque señalan que es una excelente idea.
En punto de las tres de la tarde, ante la presencia de pocos fieles al interior de la iglesia y un tráfico moderado en la Zona Centro, el repique comenzó.
“Yo no sabía que se iba a hacer eso, pero creo que es una buena idea para orar por la gente que han asesinado o desaparecido, también hay que hacer conciencia y pedir que la seguridad vuelva a todo el país”, indicó Eva Lara, asistente al templo.
Otros fieles aseguraron que al conocer sobre estas acciones de la Jornada por la Paz, comenzarán a incluir en sus oraciones a las familias de las víctimas de la violencia.
Yo tengo rato aquí esperando a mi hija y se me hizo raro que empezaran a sonar las campanas, si es por la paz y la seguridad que lo sigan haciendo la verdad, confiemos en que Dios arreglará esta situación”, manifestó Cruz Vega, ciudadana que se encontraba en el Jardín Principal.
Luego de 15 minutos, reinó el silencio en el área y en otras parroquias comunicaron que desconocían de estas acciones, solo en la iglesia ubicada en Curumbatio se repicaron las campanas, pero por menos tiempo.
En León se suman a puerta cerrada
A puerta cerrada, el templo del Inmaculado Corazón de María y la parroquia del Sagrario en la Zona Centro de León se sumaron al repique de campanas por la paz.
Para algunas personas que se encontraban en la zona pasó desapercibido el tintineo, mientras que otros feligreses se detuvieron para apreciar el sonido de las campanas y capturar el momento en una imagen.
Antes cuando las campanas sonaban así con tanta insistencia sabíamos que había pasado algo, era la forma de llamar al pueblo, de informarlo, ahora es un sonido al que muy poca gente presta atención”, comentó la señora Laura Anguiano
Además, la Catedral Basílica Metropolitana de la Madre Santísima de la Luz también resonó las campanas en punto de las tres de la tarde. Este hecho se realizó en las 136 parroquias de los nueve municipios que abarca la Arquidiócesis de León.
Afuera de la Catedral se juntaron varias personas a escuchar las campanas, una de las señoras mayores realizó la oración para pedir por la paz y muy concentrada siguió las campanadas pidiendo por todas las personas.
Pues escuché las campanadas y sabía que era por lo de la paz, el domingo vine a la misa y escuché que dijo Monseñor que iban hacer esto y vine a pedir afuera de la Catedral paro que sean escuchados mis rezos, porque Guanajuato está muy feo en seguridad, todos los días matan o encuentran alguien sin vida, que les espera a mis nietos”, platicó Virginia Torres.
Las campanas dejaron de sonar a las 3:20 de la tarde, de una en una fueron bajando el intenso golpe que les dan y poco a poco la gente comenzó a retirarse de la parte del mural de los mártires que está en la Plaza Catedral, sitio donde se reunieron a escuchar.
Dentro de la iglesia estaban algunas personas que se habían quedado a rezar de manera tranquila, algunas supieron el motivo de las campanadas y las otras solo seguían rezando pensando que llamaban a misa.
Los trabajadores de la iglesia salieron para escuchar más a detalle los toques de las campanas y se sumaron a la cadena de oración.
“Pues si realmente todo el mundo está consternado ante esta violencia que se ha vivido y hemos vivido muchos años y más que nada en este tiempo ha estado más fuerte, nos falta mucho por vivir y hacer, como seres humanos tropezamos y caemos y no comprendemos a muchas personas la magnitud a dónde nos lleva el coraje y falta espiritualidad humana”, platicó María Elena, trabajadora de la sacristía.
Suenan por justicia
A las 3 de la tarde se escuchó el repique de campanas en el templo de las Tres Caídas, en el templo de San Agustín y en la parroquia Antigua, en Salamanca.
Este día, la ancestral tradición de repicar las campanas en los templos se sumó a la cruda realidad que vive México en los tiempos actuales. Cada tañido de campana fue la voz de miles de personas que han perdido a un ser querido a manos de la delincuencia, fue el grito de familias que han quedado marcadas por la ola de violencia que no da tregua.
No se sumó Santuario Diocesano
Frente al Santuario Diocesano del Señor del Hospital está montado de forma permanente una especie de altar en lo que se ha denominado “El Árbol de la Esperanza”, con listones de colores están colgadas las fotografías de personas desaparecidas y de gente que ha sido localizada sin vida.
Este Santuario donde se venera al Cristo Negro del Señor del Hospital se ubica en el Jardín Principal y aunque sus campanas no sonaron, hasta el lugar se escuchó el repicar de los campanarios de otros templos que se ubican en la Zona Centro.
Al igual que el pasado domingo 18 de junio que se ofició una misa especial en memoria de todas las víctimas de la violencia, este martes a las 3 de la tarde, a las afueras del Santuario Diocesano estuvo presente Alma Lilia Tapia, representante del colectivo Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos, quien ha participado de forma activa en este movimiento convocado por la iglesia católica de México.
Con información de: Jesús Patiño, Javier Vargas, Karla Hernández, Francisca Zaragoza y Alejandro García.
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