León, Guanajuato.- Con las aventuras de Nikki de 14 años, un personaje creado por una escritora estadounidense, Juanita se olvidaba por horas de que estaba enferma mientras permaneció internada en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío.
Me metía por completo a los libros y me olvidaba que estaba en el hospital, me ayudaban mucho a distraerme y olvidar lo que tenía”, expresó feliz Juanita, una adolescente de 15 años que fue diagnosticada con un tumor en el hígado.
Ella como otros menores de edad que son atendidos en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, desde febrero tienen acceso al “Rincón de lectura” que nació por iniciativa del personal de la unidad, que ya cuenta con mil 500 libros donados.
La joven leonesa después de un tratamiento de ocho meses, ahora acude cada mes al hospital, pues continúa en vigilancia médica, confesó que extraña leer, ya que en su casa no tiene libros y su familia no cuenta con los suficientes recursos para comprar.
“Me gustaría tener porque me gusta mucho leer y no he estado yendo a la escuela y me gustaría tener algo con que entretenerme, pero la verdad ahorita no tenemos los medios para comprar un libro.
“Me gustaba mucho estar ahí, pero la mayoría del tiempo no podía porque a veces estaba mala y no podía salir, pero me llevaban trabajos y los hacía ahí en mi cuarto y se me hace muy padre esto porque siento que ayuda a muchos niños a que olviden lo que tienen y a distraerse del hospital”, compartió.
Además de El Diario de Nikki, otro libro que acompañó a Juanita durante su hospitalización es el de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, el cual comentó le ayudó a conocerse y entenderse mejor.
“Decirle a los niños que están en un hospital que le echen muchas ganas, que todo se puede y que se acerquen mucho a Dios porque a mí me ayudó bastante. Les recomiendo mucho el Rincón de la lectura, que lean para que se distraigan.
“De salud me siento muy bien, he estado comiendo bien, casi no salgo a la calle pero me gusta leer historias en el teléfono celular, no recuerdo los nombres pero he leído historias de misterio”.
Repara emociones el ‘Rincón de lectura’
Con la intención de que la lectura sea una opción para el manejo del estrés que ocasiona la hospitalización, además de que ayuda a identificar, validar y reparar las emociones y entender el proceso salud-enfermedad, se creó el “Rincón de lectura” en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB).
María del Refugio Sánchez Vázquez, enfermera especialista es quien impulsó el proyecto y gracias al apoyo de sus compañeros y directivos de la unidad fue posible ponerlo en marcha en febrero del año en curso.
Tenía la inquietud de hacer este espacio para nuestros pacientes adolescentes que a veces preguntan si hay libros y no contábamos más que con los que el mismo personal puede traer y prestar.
“En noviembre, ‘Más lectura por un mundo mejor’, una fundación de Zacatecas a través de la maestra Selene Salas nos retó a leer con nuestros pacientes media hora en el Día Internacional del Libro.
“Reflexionamos de porqué solo hacerlo un día y como parte de un reto. Además de que hay interés de los niños de que no solo haya juguetes sino que también pueda haber libros”, contó.
Fue entonces que se empezó a trabajar y a investigar qué tan posible era hacer este rincón de lectura y se abrió una convocatoria pública para recibir donaciones de libros de temas terapéuticos, educativos, que aborden emociones, de la vida diaria, mándalas para colorear y de ejercicios lógicos-matemáticos.
“Abrimos este espacio, aunque no sea como tal una biblioteca porque nos implicaría más recursos, espacio y personal especializado y no solo tener los libros ahí sino que también ayudar a los pacientes y orientarlos sobre qué libro pudiera ayudarles en lo educativo y en el manejo de emociones”, apuntó.
La doctora Senyi Zamarripa dijo que ella y sus colegas de esta unidad están seguros de que la parte que les corresponde como personal de salud no solamente es la atención física y los tratamientos, sino que también pueden aportar mucho más para mejorar la calidad de vida de sus pacientes y sus familias.
“La intención es crecer el espacio, ahorita es un rincón pero hemos visto beneficios, sabemos que los niños sobre todo los que tienen cáncer pasan mucho tiempo en el hospital y eso los rezaga de sus actividades cotidianas, incluso escolares.
“Con estos espacios en los hospitales ellos pueden estar más integrados en sus actividades. Muchas veces pensamos que a los niños no les gustan los libros pero sí es algo que los motiva mucho”, subrayó.
La oncopediatra recalcó que el libro es una herramienta importante para canalizar las emociones y que los pequeños entiendan su enfermedad.
Añadió que se pretende investigar cómo con el apoyo de la lectura disminuyen los niveles de cortisol, el estrés, el miedo y otras emociones negativas que se presentan en los menores debido a la hospitalización y el tratamiento.
El Monstruo de colores, sagas de misterio o fantasía son otros de los libros que más les gusta leer a los pequeños pacientes, mientras que los padres de familia buscan libros de tanatología y de mándalas.
AM