León, Guanajuato.- Jorge Enrique Hernández Meza, secretario de Educación en Guanajuato, explicó que el mal menor es recibir los nuevos libros de texto de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pues el reto será implementar estrategias para cubrir las deficiencias de los ejemplares.
En el caso de Guanajuato, la dependencia a cargo de Hernández Meza decidió elaborar cuadernillos de apoyo para brindar a los maestros otra herramienta de enseñanza. “Estamos en una zona de toma de decisiones en escenarios críticos, no es el ideal, pero por supuesto que no es el ideal, y entonces con lo que está en la mesa tienes que tratar de construir un escenario. Tendríamos que optar por el mal menor”, dijo el funcionario estatal.
En entrevista con AM, el Secretario de Educación compartió su perspectiva acerca del polémico tema y afirmó que no es un defensor de los nuevos libros de texto. Aunque reconoció que hay errores, no todo el contenido está mal. Sin embargo, expresó su preocupación por la falta de profundidad en temas como las Matemáticas, porque eso provocará que existan huecos de conocimiento en la formación de la niñez.
AM: ¿Cuál es la postura de la SEG respecto al contenido en general de los libros de texto gratuito?
R: Voy a decir mi opinión en dos aristas, la primera jurídica y la segunda de contenidos. En el plano jurídico pues es respetar esta determinación que el Poder Judicial está teniendo y habrá de tener porque es un proceso vivo respecto a la legalidad de la distribución y de la impresión de libros de texto, ese es un ángulo que habremos de cumplir.
El segundo, ahora que conocemos los libros de texto de una forma más cercana, yo les voy a decir que estos libros de texto tienen una lista (de observaciones) que ha sido amplia y que ha sido publicada, que hoy la opinión pública ha hecho propia y que se ha hablado de las inconsistencias, de errores sobre todo.
Si hay 25 comentarios y errores, la pregunta que se debería hacer creo que en Guanajuato y en todos los estados es, ok ¿si los corrigen entonces ya? O sea ¿si eso no estuviera mal, estamos bien?, y me parece que la respuesta es que no, porque hay elementos, hay cosas que faltan en los libros de texto.
Cuando tú te imaginas que en esencia un libro de texto junto con un maestro y un sistema educativo lo que quieren es darle futuro a un estudiante y para darle futuro tienes que enseñarle las discusiones que se están viviendo, al nivel de cada grado escolar, estoy de acuerdo.
Pero si tú te tratas de imaginar el perfil de un niño en 10 años que egrese del sistema educativo, pues posiblemente será un niño que tiene que aprender a aprender, lo que hoy está viendo va a cambiar. Tiene que ser muy resiliente, esa flexibilidad cognitiva que mostramos en la pandemia, para un día estar en virtual y otro en presencial, hay que conservarla.
Va a coincidir con diferentes, entonces la construcción entre personas distintas implica un desarrollo de personalidad distinto, implica innovación, resolución de problemas complejos recursos, son esas recomendaciones que dan organizaciones internacionales para el perfil de los niños en la ciencia.
Entonces si tú resuelves los 20 errores o los que sean, que se reparen los libros de texto, pero no encuentras estos elementos que deberían desarrollar a las generaciones para los siguientes años, creo que la discusión debe seguir, no deberíamos conformarnos con libros de texto así.
Sin embargo, hoy tenemos que tomar decisiones con lo que hay en el escenario. Yo no seré una voz que diga quémenlos, desháganlos o que diga preferible que estén en la bodega a que se entreguen si ya es legal, porque hay una parte utilizable, ¿toda? No.
AM: ¿Hay cosas rescatables? ¿Cómo qué?
R: Sí hay cosas rescatables. No voy a hacer yo un defensor de los libros, pero trato de ser objetivo. Número uno, la metodología de trabajo por proyectos, la pedagogía que se determinó para el uso de los libros es interesante, porque es una manera de trabajar con elementos de la vida real del estudiante que puede comprender y eso tiene mucho mayor probabilidad de que se le quede grabado al estudiante.
De hecho así trabajamos nosotros en Guanajuato en pandemia, todo el trabajo en estos libros que les decía de concreción curricular, se trabajaron por proyectos, no es nuevo.
Lo segundo que puede ser muy rescatable del modelo educativo y ahorita no hablo solo de libros, sino del modelo, es que los maestros tienen la posibilidad de definir qué si van a usar y qué no van a usar de los libros.
La autonomía de la maestra y el maestro es posiblemente la más alta de las últimas reformas, porque se confía en que el profesional de la educación habrá de tener el mejor juicio para llevar la clase en función del contexto en el que está.
AM: ¿Qué es lo que más les preocupa de este contenido?
R: Mi crítica central ha estado en la falta de profundidad en las disciplinas elementales como Matemáticas, eso es lo que más me preocuparía. Por eso determinamos en la Secretaría de Educación de Guanajuato diseñar e imprimir estos cuadernillos que complementan la formación en Matemáticas y en Español.
El tema es que para que hagas interdisciplinariedad, primero hay que ser disciplinares, o sea, para que sumes o multipliques primero le enseñes, el proyecto es como un momento posterior a que primero aprendas lo elemental y luego lo pongas en práctica en la vida real a través de un trabajo por proyectos. Eso es lo que no tienen los libros.
AM: ¿Cuáles serían las consecuencias de que no se tuvieran estos materiales de apoyo?
R: Las Matemáticas, como muchas disciplinas exactas, son como una escalerita, son muy celosas en lo gradual y en lo incremental, no vas a poder enseñar fracciones, quebrados a los niños, si no saben antes sumar y restar y dividir. Con cuántos huecos de conocimiento vamos a egresar a nuestros niños y cuánto va a costar eso para su desarrollo educativo en preparatoria, en universidad, puedo anticipar que va a costar que sea mucho más factible que puedan desertar, que no le entusiasme el continuar porque no entienden.
Lo mismo en lectoescritura, si no eres capaz de comprender un texto simple, se rompe la regla elemental de aprender a leer de primero a tercero para después leer para aprender, la autonomía, una vez que tú eres capaz de leer y comprender se espera mucha autonomía.
Pero no está todo mal, sería peor no tener nada, sobre todo para ciertas comunidades, las más marginadas que el único libro que reciben es este.
No debemos desaprovechar como sociedad la gran oportunidad de que se siga discutiendo, no el libro que no queremos, ese ya lo sabemos, sino cuál es el libro que sí queremos, cuáles son los contenidos que sí queremos, y yo creo que de Guanajuato van a escuchar una voz muy proactiva más allá de de salir a medios y volver a decir lo que ya se ha dicho de lo que no nos gusta.
Lo que sí pueden esperar es que Guanajuato estará entregando en las instancias correspondientes lo que sí queremos y la ley nos faculta. Cuando entreguemos lo que tenemos que entregar a la autoridad educativa, seguramente será reconociendo que Guanajuato tiene sus retos muy particulares en temas tecnológicos, en temas sociales, en temas de construcción de paz y que tendríamos que fortalecer en la estrategia curricular.
AM: ¿No habrá una lucha ideológica entre los libros de la Federación y los materiales de apoyo que dará Guanajuato?
R: No, porque en los materiales de apoyo es técnica, nosotros no agregamos ninguna posición ideológica en nuestros documentos, son solamente materiales complementarios para fortalecer el aprendizaje de las Matemáticas y el Español.
AM: ¿Y en los libros de texto gratuito considera que hay una carga ideológica?
R: Me parece que hay una intención muy fuerte, pero no creo que se logre. Me parece que hasta eso no está bien articulado, porque un niño necesariamente va a entusiasmarse con el diseño editorial de los libros porque hay cosas que entendemos los adultos que no van a entender las niñas y los niños. Sí hay páginas desagradables, sí; hay capítulos de la historia mal contados, sí. Me parece que habrá que agregar otras voces para aclarar ciertas cosas, me parece que es muy fuerte la posibilidad de que se pierda el interés de los niños.
AM: ¿Qué va a pasar si algún maestro se opone a usar estos libros?
R: El modelo educativo contempla absoluta libertad para que el maestro sea el constructor curricular final, eso tiene riesgos, y no digo que esté de acuerdo totalmente con esto, porque imagínate el rango de posibilidades dada la libertad que van a tener los docentes, de las diferencias educativas que vamos a tener en escuelas en función de esa enorme libertad que hoy tendrán nuestros docentes. No digo que esté de acuerdo y que sea un escenario perfecto, pero sí habrá quien opte por no usarlo.
AM: ¿No habría una sanción?
R: Así está diseñado el modelo educativo desde la Federación, este es un modelo donde se le da un lugar protagónico a la maestra y el maestro, es excelente idea siempre y cuando tengamos en todos los casos excelentes maestras y maestros.
AM: ¿Los 54 mil maestros de nivel básico que hay en Guanajuato están preparados para este contenido?
R: No, no están preparados, no están preparados porque recordemos que iba a haber un pilotaje y también hubo un amparo contra el pilotaje. Los maestros, la gran mayoría, conocen lo que ha sido mediático estos días, pero los libros acaban de llegar, yo el día de hoy apenas me llegaron a mí y conocí los de quinto y sexto y algunos de secundaria y todavía hay libros que no me han llegado y yo mismo no los conozco.
Naturalmente nuestros maestros van a llegar el día uno a enfrentarse con una literatura que todavía no conocen, van a empezar a familiarizarse, va a haber una segunda ola de opiniones que será muy interesante. El sistema educativo va en frío, eso permitirá que estemos midiendo desde el día uno cómo nos está yendo y seguramente habrá mucho que ir informando.
AM: Esta situación con los libros, ¿cómo impacta en esta recuperación que apenas venía de la educación con todos los efectos de la pandemia?
R: El modelo educativo 2017, que era el que estaba vigente, en lo personal y creo que en la opinión de muchos, era interesante y apenas íbamos avanzando en él, y a un año de que termine el sexenio, otro modelo educativo. Urgen otras cosas, me urge la recuperación de estudiantes, me urge la recuperación de aprendizajes, me urge, por ejemplo, con los de media y de superior redefinir y rehacer la currícula de los programas. Urge la salud emocional. Nosotros seguimos viendo las cicatrices de la pandemia y estamos trabajando bien duro.
La oportunidad de la propuesta de este cambio me parece que es muy compleja. Ahora hay algo de lo que se ha hablado poco, cualquier modelo educativo cuando entra, entra por los primeros de primaria, secundaria, preescolar. En este caso así se había dicho, cuando se publicó el modelo así venía y ahora resulta que de un momento a otro son todos los libros de texto y entonces se tendrá que cambiar todo. No creo que el sistema educativo estuviera ya sano de otros padecimientos y de otras preocupaciones como para ahora cambiar absolutamente el radar hacia un nuevo modelo educativo y contenidos.
AM: Con todos estos elementos que describe, ¿estamos entonces ante una nueva crisis educativa como la que generó la pandemia?
R: Yo creo que va a haber muchas diferencias, el modelo educativo debería ser construido para que funcione, pero ahorita nos ponen a pensar y qué más tenemos que hacer nosotros, van a venir nuevas demandas en el estado, qué más tenemos que construir con pros y contras porque nosotros nos queremos hacer responsables de lo que pasa en Guanajuato, pero no es garantía que todos los estados van a reaccionar igual.
AM: Si después de este análisis pedagógico, se determina que estos libros no sirven, ¿el Estado puede para el próximo ciclo decir: no los vamos a utilizar?
R: Es una facultad federal entregar los libros de texto, habrá que a lo mejor hacer algún análisis jurídico de esto, pero más allá de esa invitación nuevamente a la confrontación, yo creo que el sistema educativo debe estar un poco ajeno a toda esta situación política. Yo creo que debería haber un análisis, serio, y muy consciente porque en medio de esta discusión están los niños. Yo creo que si alguien no es capaz de decir la gráfica de la página 24 está mal, ese adulto está solapando algo para toda una generación que va a aprender mal, y eso no se vale. Yo creo que este llamado que hacíamos de poner a las niñas y los niños en el centro y que se dice mucho debería ser real.
LALC