Guanajuato, Guanajuato.- Tras 22 días de mantener tomada la oficina de Rectoría General de la Universidad de Guanajuato (UG) y luego de la firma de un pliego petitorio, este martes fue desocupado el espacio.
La decisión se tomó luego de que los estudiantes inconformes establecieran diálogo con la rectora general de la UG, Claudia Susana Gómez López, y pactaran acuerdos establecidos en el pliego petitorio que elaboraron los estudiantes.
Entre las solicitudes en las que más énfasis hicieron los alumnos fue el iniciar procedimientos administrativos en contra de autoridades universitarias a las que señalaron de haberles acosado y violentado durante su manifestación y toma de Rectoría General.
Procedimiento que solicitaron concluya con aplicar sanciones como destitución en caso de resultar responsables de las acusaciones.
Asimismo, pidieron la garantía de la seguridad de cada integrante del Movimiento Colmena, así como nulas represalias por haber sido parte del movimiento.
Con el rostro tapado entregan Rectoría
Los alumnos que mantuvieron tomada la Rectoría General por más de dos semanas se mostraron este martes con el rostro oculto por un tema de seguridad, señalaron.
El posicionamiento de los alumnos, previo a la entrega de Rectoría General, estuvo acompañado de cinco puntos en los que dejaron en claro que las acciones del Movimiento Colmena no terminan, por el contrario, comienzan con la firma del pliego.
“Los despliegues de movilizaciones estudiantiles de los últimos días demuestran que el devenir histórico del que formamos parte es mucho más grande que lo que hemos enfrentado. El 11 de septiembre nos recordó que la organización puede suceder disruptivamente cuando menos lo esperamos. La subsecuente resistencia de tres semanas, sumado a los ataques perpetrados por autoridades universitarias que estudiantes enfrentaron, nos ha demostrado que esta lucha no sólo es nuestra, sino que es el resultado de la memoria de todas las luchas, la herencia histórica de lo que fundamentalmente nos motivó a actuar”, señalaron los muchachos antes de su retirada.
Además, recordaron que la toma de rectoría no fue algo planeado, no obstante la situación que predominó en el momento los llevó a actuar y se hizo posible este acto de resistencia de más de 20 días, pues señalaron que tenían claras las necesidades pese a la ola de críticas que el movimiento recibió; además de las agresiones de las que dijeron haber sido víctimas el 12 de septiembre por un grupo de choque, también integrado por estudiantes, en donde hubo amenazas e intimidación
El miedo fue vasto, fue aterrador. Pero, igual que la lucha de una sede es de toda la universidad, el miedo que sufrimos ha sido el mismo miedo con el que se ha disuadido a todxs lxs compañerxs de otras luchas, de lo que nos dejó seguir, seguir haciendo memoria”, señalan.
Mencionaron que la reciente movilización que propició el grupo de estudiantes dejó en claro la necesidad de organización que se requiere en la comunidad para hacerse escuchar pues indicaron que las organizaciones de estudiantes se enfrentan a jerarquías autoritarias, censura, violencia y represión.
“Esta lucha se ha dado a través del amor y las ideas que coexisten en la comunidad universitaria que a su vez forja parte del carácter del tejido social en el que vivimos. Convivir de manera activa en comunidad nos ha mostrado que otras formas de hacer la paz y crecer son posibles. Es precisamente esto lo que temen las autoridades”.
Si no cumplen nuevamente tomarán acciones
Los estudiantes resaltaron que la entrega de Rectoría General no es más que un préstamo y enfatizaron que la firma del pliego petitorio no significa el fin de las actividades de Movimiento y de la organización de la comunidad estudiantil en general.
“A pesar de que aún no se ha dado cierre a las violaciones de derechos humanos y las exigencias de la comunidad, este préstamo se da bajo la condición y esperanza de que las autoridades universitarias recapaciten su proceder unilateral y autoritario”.
Además, advirtieron que, en caso de que se incumplan los acuerdos, nuevamente ejercerán su derecho de manifestación pues señalan que “la memoria y la resistencia fueron, son y seguirán siendo las armas para defender la dignidad del estudiantado”.
Tras la lectura del posicionamiento y la firma del pliego petitorio por Claudia Susana Gómez López, los estudiantes llevaron a la Rectora a un recorrido por la oficina y le entregaron las llaves del espacio. Posteriormente, ellos salieron del Edificio Central llevando todas sus pertenencias.
Así quedaron las instalaciones tras 22 días de toma:
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LALC / DAR