Guanajuato.- Alma Alcaraz Hernández, candidata a la gubernatura de Guanajuato por Morena, PVEM y PT, nació en La Barca Jalisco, pero se crio en Sinaloa, donde había hecho una carrera política dentro del PAN.

Llegó a Guanajuato en 2015, promovida por Ricardo García Oseguera, experredista que se había cambiado a Morena.

Estudió la licenciatura en Contaduría Pública en la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Fue Secretaria General del PAN estatal en Sinaloa. También por este partido fue diputada federal plurinominal del 2006 al 2009.
Ha dicho que renunció al PAN en 2012 por no estar de acuerdo en supuestos actos irregulares que le pedían solapar al ser funcionaria federal.

Yo como directora general (de administración) de Migración, se me pidió la firma de 60 mil pesos para un cheque que no tenía un fundamento legal y no tenía ninguna clase de respaldo. Después se me pidió dar contratos a Televisa y a TV Azteca sin mayor proceso de licitación y en este momento yo les dije, primero les firmo mi renuncia que firmarles estas porquerías. En ese momento yo salí”, argumentó.

Dirigente morenista

Al llegar a Guanajuato colocaron a Alma en la secretaría general del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, haciendo fórmula con Ernesto Prieto Gallardo como presidente estatal.

Ernesto Prieto hijo y Alcaraz Hernández tuvieron una buena relación de 2015 a 2018, pues ambos son seguidores convencidos de Andrés Manuel López Obrador. 

En ese mismo año, Prieto hijo dejó la presidencia estatal de Morena, debido a que, por mandato de sus Estatutos, no se puede tener dos cargos de manera simultánea. Por disposición del mismo documento, Alma Alcaraz accedió al cargo de secretaria general en funciones de presidenta. 

Durante ese periodo, Ernesto Prieto “bloqueó” la presidencia de Alcaraz, pues Ricardo Bazán, secretario de Finanzas del Comité Ejecutivo Estatal, quien tenía el cargo desde la dirigencia de Prieto y era afín a él, impedía que ella pudiera disponer del dinero del partido, por lo que no podía hacer ningún pago, gasto o contratación de personal, lo cual originó acumulación de deudas y despido de personal.

Pero en 2020, Prieto Gallardo quiso regresar a la presidencia estatal en varias ocasiones y Alcaraz Hernández se negó a dejar la presidencia interina, lo que desató una encarnizada “guerra” política entre ambos por el control del partido y en los tribunales electorales por obtener el reconocimiento como dirigente oficial, que duró meses. 

Finalmente, Prieto convocó a una sesión del Consejo Estatal de Morena, que decidió por mayoría que él era el presidente estatal, lo comunicaron al INE y este emitió el reconocimiento oficial de Prieto Gallardo como presidente estatal de ese partido en marzo de 2021.

Ella ya no impugnó esta decisión, sino que se enfocó en obtener una candidatura a la diputación local plurinominal, lo cual logró, en el tercer lugar, y, ahora sí, obtuvo la curul. 

Crítica feroz como diputada local

Como legisladora desde el 25 de septiembre de 2021, y hasta el 2 de noviembre de 2023, cuando fue la última vez que asistió a sesiones en el Congreso, antes de irse de licencia para dedicarse a su precampaña, Alma Alcaraz se caracterizó por ser una feroz cuestionadora de las autoridades estatales en tres temas:

  1. Seguridad pública
  2. Corrupción y manejo
  3. Transparencia de los recursos públicos. 

Criticó siempre el desempeño de Alvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad Pública, y de Carlos Zamarripa, Fiscal General, los señaló como responsables de los altos índices de violencia y asesinatos cometidos en Guanajuato. 

Hasta el 24 de octubre presumió que ella sola había presentado 32 de las 150 iniciativas de toda la bancada morenistas en dos años. 

Alcaraz obtuvo la candidatura de su partido sin buscarla siquiera, sino por ser parte del grupo político de Ricardo Sheffield Padilla.

Era el “Plan B” de Sheffield para dejar en su grupo político  la candidatura a la gubernatura, en caso de que la dirigencia nacional decidiera que la postulada tenía que ser mujer. 

Y así ocurrió. El 10 de noviembre, Mario Delgado dio a conocer que Ricardo Sheffield había ganado la encuesta y en segundo lugar había quedado Alcaraz. 

Pero la dirigencia nacional tuvo que “bajarlo” para cumplir con criterios de paridad en las 9 gubernaturas.

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