Guanajuato.- El “Bloque Rojo”, un nuevo frente de lucha por el derecho a la salud de las mujeres y las niñas, irrumpió este año en las marchas por el Día Internacional de la Mujer.
Con este contingente, activistas expusieron públicamente la falta de equidad, la injusticia y la violencia que sufren niñas, mujeres y personas menstruantes en cada ciclo menstrual y exigieron políticas públicas para una menstruación digna.
Puede haber series, películas, caricaturas, una representación de la sangre desde la violencia, pero la sangre menstrual genera un rechazo, repudio, cuando es la única sangre que no viene de la violencia, que sale del cuerpo como señal de salud y es la que más asco da”, nos enseñan a reprimirla, dijo Ana Karenina Negrete Castañeda, fundadora de “Proyecto Rojo”, en entrevista previa al 8M.
La menstruación digna, aseguró, es un derecho humano que se traduce en acceso a insumos de higiene femenina, a infraestructura adecuada -baños limpios, que cuenten con agua, que cierren las puertas, que tengan jabón, no solo en instalaciones públicas, también en casa- para evitar infecciones.
También incluye generar espacios seguros e información no estigmatizante y sin matices discriminatorios.
Colombia fue el país de origen de esta nueva consigna feminista que busca visibilizar la desigualdad que existe en Latinoamérica: muchas personas inician y viven su menstruación con el privilegio de tener información y todas las comodidades logísticas y cotidianas, pero otras carecen en absoluto de eso, incluso en sus casas.
Esta desigualdad ha generado varias iniciativas oficiales, como eliminar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en toallas sanitarias, tampones y copas menstruales, que entró en vigor en México en enero de 2022, pero falta garantizar otras acciones, como que haya despachadores de toallas sanitarias en los sanitarios tal como sí hay papel higiénico.
Adolescentes sin información sobre la menstruación
De acuerdo con la Primera Encuesta Nacional sobre Gestión Menstrual (2022) realizada por la Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) en México, la empresa Essity y la organización Menstruación Digna México, 7 de cada 10 adolescentes mexicanas tenían poca o nada de información sobre la menstruación cuando tuvieron su primer periodo y solo el 5 % de los padres y madres hablaron con sus hijas sobre la menstruación.
Karenina Negrete comentó que Proyecto Rojo, fundada en 2019, organiza talleres con niñas de 9 a 11 años donde se les explica el proceso de menstruar, del conocimiento de su cuerpo sin profundizar en temas de sexualidad, porque no es el momento de esto último y si lo fuera, usualmente se refiere a asuntos de abuso sexual.
La psicóloga social destacó la necesidad de dejar de normalizar el dolor físico, los cólicos y hasta el miedo con el que niñas, mujeres y personas menstruantes viven ese ciclo, algo que se combate desde la ciencia y la biología, también desde la psicología y el acompañamiento en las relaciones afectivas.
Por su parte, Sandra Areli Martínez Juárez, integrante de Proyecto Rojo, hizo notar que las mujeres adultas no han crecido con espacios informativos sobre la menstruación.
Reconoció que también se requiere educar a los varones, pero ellas en particular buscan priorizar a las niñas, para que tomen conciencia y se reconcilien con sus cuerpos, luego de constantes mensajes que los desacreditan de diferentes formas.
Ambas activistas coincidieron en que la educación sexual mantiene ciertos tabúes, sobre todo en escuelas manejadas por instituciones religiosas, por lo que Proyecto Rojo, junto con otras colectivas como BAUBA FEM y Ciclo Rojo, llevó esta consigna a la marcha del 8M, siendo uno de los contingentes más llamativos.
¡Menstruar no está mal, es increíble!”, concluyó Areli Martínez.
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