Purísima del Rincón, Guanajuato. –La presa de Santa Efigenia, ubicada en el pueblo mágico de Jalpa de Cánovas y uno de los principales atractivos turísticos en Semana Santa, se encuentra prácticamente seca, al igual que la presa “vieja” o de Santa Eduwiges.
En 2018, la presa de Jalpa, como se le conoce en la región, estaba a su máxima capacidad y desfogaba más de 40 mil litros de agua por segundo hacia el Lago de Chapala a través del río Turbio. Hoy en día, es solo un charco.
La poca agua que le queda se extrae a través de una válvula de desagüe para regar algunos huertos de nogales y evitar que se sequen.
Con una capacidad de almacenamiento de más de 50 millones de metros cúbicos de agua, cinco veces más que la presa de El Palote en León, la presa de Santa Efigenia también es una opción para abastecer de agua a León, ya que en la zona se encuentra la batería del Turbio de Sapal, lo que significa que ya existe infraestructura para ello.
Documentos del Archivo Histórico de León indican que en su época de esplendor, esta gran presa tenía capacidad para regar hasta siete mil 200 hectáreas de huertos de nogales, membrillos, maíz y trigo.
“El año pasado no llovió, se captó poca agua, y la poca que almacenaba se la soltaron para regar parcelas en la zona baja. Ya no hay agua ni para el servicio urbano”, señala Maricela Hernández, quien tiene un pequeño negocio de pescados y mariscos en el camino a la presa.
A menos de un kilómetro se encuentra la presa “vieja”, también llamada de Santa Eduwiges, que solía ser un atractivo turístico con un parque ecológico y pequeñas palapas, ahora en total abandono.
En el pasado se ofrecían paseos en kayaks y lanchas, e incluso pesca, pero ahora solo hay tierra árida. En el lecho se observan algunos sembradíos de garbanzos que aprovechan la poca humedad que queda.
“Sembramos un poco de garbanzo en el vaso de la presa, aprovechando que no tiene agua, y que aún hay poca humedad, para tener algo de forraje para los animales, pero es un año año crítico”, señala Juan Luis Estrada, agricultor.
Aprovechando la escasa lluvia de 2023, el Gobierno del Estado rehabilitó un canal que comunica la presa vieja (Santa Eduwiges) con la nueva (Santa Efigenia) y reforzó parte de la cortina.
En la cortina de la presa, construida de mampostería por Luis Long y con unos preciosos arcos en sus vertederos, se puede apreciar claramente que tiene una altura de 27 metros y una longitud de 450 metros, indicada con números.
En 2018, el agua de la presa estaba a su máxima altura, 27 metros, y desbordaba por los vertederos en una impresionante cascada de agua. Hoy en día, el fondo de la cortina indica que solo hay 10 metros de agua y está lleno de lirio acuático que se aferra a sobrevivir con la poca agua que queda.
En el horizonte se puede ver un pequeño espejo de agua perdido entre un mar de lirios.
Esta enorme presa recibe agua que baja de la Sierra de Arandas y de la zona de San Diego de Alejandría y San Julián, y cuando está a su máxima capacidad, la vierte al Lago de Chapala a través del río Turbio que se encuentra en la zona baja de este embalse.
“Es un espectáculo verla llenando, pero es una tristeza verla vacía y ver que la poca agua que queda se sigue sacando”, señala Virgilio López, vecino del lugar.
Cierran acceso a cortina
El Gobierno de Guanajuato ha invertido muchos recursos en el llamado pueblo mágico de Jalpa de Cánovas, por lo que el camino a la presa, de unos cinco kilómetros, está empedrado y atraviesa las nogaleras, que producen cada año la famosa nuez cáscara de papel.
El 20 de diciembre de 2012, la Secretaría de Turismo entregó el nombramiento de pueblo mágico en un evento que se llevó a cabo en el templo de la Misericordia.
Una gran presa que en los años de esplendor de la Hacienda de Jalpa también servía para mover los molinos de trigo, ahora está prácticamente seca y no es un atractivo para el turismo.
Incluso el acceso a la cortina de la presa está cerrado, y en el lugar se puede apreciar una piedra de gran tamaño que dicen es la “Mujer de Piedra”, donde los lugareños que pasan por ahí depositan una pequeña piedra, porque dice la leyenda que de no hacerlo, las personas se convierten en piedra.
La leyenda señala que se trata de una peregrina que iba de visita a la Virgen de San Juan de los Lagos para cumplir una manda, y que por ir renegando se convirtió en piedra.
Algunas imágenes de la presa de Santa Efigenia y sus alrededores:
LALC