Silao, Guanajuato.- Decenas de familias acuden a las llamadas “pilas de aguas termales”, en Comanjilla, que operan sin ningún control sanitario y se han convertido en foco de infecciones.

Este jueves, mientras decenas de personas esperaban entrar al balneario de Comanjilla, bloqueando incluso la carretera, cientos de personas acudían a las “tinas” o “pilas de aguas termales” que colindan con el balneario.

Varias familias acuden a las “tinas” o “pilas de aguas termales” que colindan con el balneario. Foto: José T. Méndez

Los habitantes de la comunidad Ejidal de Baños de Agua Caliente, desecaron desde hace años la pequeña presa donde se almacenaban las aguas termales que brotan de los manantiales que hay en la zona.

En el vaso de lo que era la represa los ejidatarios acuden a lavar la ropa y a bañarse, pero también construyeron pequeñas pilas para retener el agua que alquilan entre 500 y mil pesos, pero donde no hay ningún control sanitario por parte de las autoridades de salud, son verdaderas pocilgas”, señaló Samuel López, vecino de la comunidad.

Estas pilas son alquiladas hasta en 500 pesos la hora, dependiendo del número de personas.

En esas aguas varias personas lavan su ropa o se bañan. Foto: José T. Méndez

En el lugar no hay sanitarios ni vestidores. Un rústico cuarto de adobe y con láminas sirve de sanitario donde cobran 10 pesos. 

No hay drenaje y las aguas negras corren entre canales.

Los mismos vecinos se ponen a lavar la ropa en estas “pilas”, y el agua corre entre un laberinto de canales.

No hay drenaje y las aguas negras corren entre canales. Foto: José T. Méndez

Con apenas cobijas, mantas, plásticos que colocan en las “pilas” se protegen de los inclementes rayos del sol.

Donde están las pilas son tierras del ejido en disputa. Quienes rentan las pilas obtienen buenos ingresos en Semana Santa, pues algunos de ellos pueden obtener ingresos entre 10 y 30 mil pesos”, señala Soledad González, vecina.

La zona pertenece al municipio de Silao y no hay supervisión de Fiscalización, por lo que la venta de cerveza florece entre las pilas, lo mismo que los “viene-viene” que cobran hasta 100 pesos por un lugar.

Aquí es tierra de nadie. No hay autoridad que ponga orden. El problema es en la tarde cuando salen de los balnearios y de las tinas de aguas termales ya con cervezas, pues no hay vigilancia en la zona”, advierte Simeón López, vecino.

La falta de higiene es evidente en estos baños de aguas termales, que son focos de infección; donde las aguas negras se mezclan entre las aguas que brotan del subsuelo y las que se desechan del balneario de Comanjilla.

Fotos: José T. Méndez

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