León.- Como un segundo cumpleaños y una nueva oportunidad de vida es como Ángel y Leonardo de 18 años sienten el haber recibido un trasplante de riñón que les ha permitido poco a poco recuperar su vida normal que se vio interrumpida tras ser diagnosticados con daño renal.
Los jóvenes compartieron a AM cómo cambió su infancia con la llegada de una enfermedad que los llevó a estar en lista de espera para recibir un riñón y, aunque no conocen a las familias de sus donadores, les agradecieron por este regalo de vida.
Ambos iniciaron su tratamiento en el Hospital de Especialidades Pediátrico de León donde se les realizó el trasplante, al cumplir la mayoría de edad fueron referidos al Hospital General de León donde se les da seguimiento a su estado de salud.
“Para mí es como tener dos cumpleaños”
A partir del año pasado, cada 22 de abril será para Ángel Antonio Villanueva Chico de 18 años un motivo de celebración debido a que ese día pero del 2023 recibió el regalo más importante que haya recibido: un riñón.
Para mí es como tener dos cumpleaños, el día que me donaron el órgano y el día que nací. Mi órgano fue de una persona que falleció… se siente muy bonito recibir ese órgano y más porque me ha funcionado todo un año, no he tenido problemas y lo estoy cuidando porque no quiero volver a la diálisis.
“Les quiero agradecer a las personas y familiares que han donado un órgano por darnos una segunda oportunidad de vida y decir sí a la donación y aunque no los conozcamos vamos a estar siempre muy agradecidos porque por ustedes estoy aquí con vida”, expresó feliz.
Ángel recordó que fue diagnosticado con insuficiencia renal a los 16 años el 26 de agosto de 2022 en el Hospital General de León donde inició el tratamiento de diálisis, mismo que se le brindó en el Hospital de Especialidades Pediátrico de León a donde fue referido.
Durante ocho meses estuvo bajo este tratamiento, pues el 14 de abril del año pasado personal del Centro Estatal de Trasplantes de Guanajuato (CETRA) le informó que ya había sido ingresado a la lista de espera del Hospital de Especialidades Pediátrico de León.
A la semana me dijeron que ya había un donador y cuando me realizaron el trasplante a cualquier doctor que veía en el hospital le preguntaba si podía saber quién me donó el órgano o saber de sus familiares pero me dijeron que no se puede saber.
Corrí con la suerte de estar en el Pediátrico porque aquí en Guanajuato los niños son primero, me ayudaron muchísimo y no tuvo ningún costo nada de lo que me hicieron”, compartió.
El joven a quien le gusta jugar futbol aseguró que se siente muy bien de salud pues lamentó que la diálisis es un tratamiento que ocasiona mucho cansancio, sueño y pérdida de peso, ya que en su caso llegó a pesar 36 kilos.
Me he recuperado y peso 54 kilos. Lo que ocasionó mi enfermedad fue que un riñón se me quedó como el de un niño de tres años, el otro sí se desarrolló y hacía el trabajo de ambos, fue cuando empecé a sentirme mal.
“Me siento con el deber de transmitir lo que viví para que muchos jóvenes, niños y adultos se cuiden porque esta enfermedad le puede dar a cualquiera, yo era sano, iba al gimnasio, jugaba al futbol y nunca consumí drogas”, enfatizó.
Debido a que tuvo que dejar las clases presenciales porque las sesiones de diálisis implicaban mucho tiempo, Ángel estudia en línea la preparatoria; su sueño es ser futbolista o estudiar Criminalística.
“Estoy por volver a jugar un partido de futbol, entreno nada más en mi casa y compré unas fajas para protegerme de un balonazo o un golpe. Cuando me sienta preparado quiero probar en un equipo de segunda división, dejé mi sueño de ser militar por estudiar Criminalística si no llego a ser futbolista.
“También quiero unirme a las fundaciones y personas que ayudan a quienes viven con alguna enfermedad a conseguir sus medicamentos”, compartió.
“Hice una carta para los familiares de mi donador”
A los 10 años y medio, Leonardo Correa González empezó con el síndrome nefrótico o a presentar daño en sus riñones, pero fue hasta el 9 de enero de este año que recibió un trasplante.
Pese a que Leonardo cumplió los 18 años el 29 de septiembre del año pasado, su mamá María Concepción González compartió que el Hospital de Especialidades Pediátrico de León le dio la oportunidad de quedarse debido a que sus diálisis iniciaron cuando él tenía 17 años y medio.
Recordó que una maestra de la primaria le sugirió llevarlo al médico debido a que notaba algo en el niño, por lo que siguió la recomendación y tras varios estudios el doctor le informó que era necesario acudir con un nefrólogo.
“Yo miraba a mi hijo gordito y no me daba cuenta que estaba hinchado. El primer doctor me recomendó buscar a un nefrólogo de un hospital privado quien confirmó que Leo tenía síndrome nefrótico y que uno de sus riñones no tenía el tamaño que debía tener.
Me refirió al Hospital de Especialidades Pediátrico de León donde se inició un tratamiento con medicamento para evitar la diálisis pero no daba resultados y hasta que cumplió los 17 años y que empezó a sentirse más mal se tomó la decisión de realizar diálisis”, contó.
El 21 de abril del 2023 se le realizó a Leonardo la primera diálisis y permaneció en lista de espera nueve meses.
El joven originario de Dolores Hidalgo confesó que a las dos semanas de haber recibido el riñón sintió el cambio en su salud.
Si hacía algo me cansaba, hasta por subir las escaleras me agotaba, siempre tenía sueño y después del trasplante me sentía con energía y como todo joven ya quería hacer muchas cosas.
“Cuando me dijeron que había una posibilidad de que yo recibiera el riñón, dije ya es una segunda oportunidad para mí, hasta le dije a mi mamá cuando me hicieron la última diálisis, si Dios quiere esta ya es la última y así fue.
“En quirófano le di gracias a Dios por esta nueva oportunidad e hice una carta para los familiares de mi donador y les agradecí porque es una decisión difícil dar los órganos de tu familiar y de un hijo. Les agradecí porque para mí fue un cambio y otra oportunidad de vida”, recordó conmovido.
También confesó que cuando estudió la secundaria fue difícil porque había compañeros que le decían cosas debido a que se hinchaba de su rostro por el medicamento y porque no podía hacer muchas actividades para no empeorar su salud.
Les diría a los niños y jóvenes enfermos que los malos momentos no son para siempre y que van a pasar, algún día van a tener una oportunidad de que también les llegue este regalo”, expresó.
Finalmente, María Concepción dijo estar muy agradecida con los familiares del donador o donadora de su hijo quienes pese al dolor de haber perdido a su ser querido decidieron que siga viviendo a través de alguien más.
“El día del trasplante lloré porque yo estaba luchando por mi hijo y alguien había perdido a su ser querido, es muy triste porque todos queremos tener a nuestro familiar a un lado y es bonito pero injusto que se pierda una vida para tener otra. Me voy a esforzar porque mi hijo cuide ese regalo que le dieron”, prometió.
Ni Ángel ni Leonardo tenían antecedentes familiares de esta enfermedad.
Da Hospital de Especialidades Pediátrico de León esperanza con Programa Estatal Pediátrico de Trasplante Renal
En los últimos seis años, 33 niños han recibido un trasplante de riñón en el Hospital de Especialidades Pediátrico de León.
En septiembre de 2018, dicho hospital obtuvo la licencia por tiempo indeterminado para poner en marcha el primer programa Estatal Pediátrico de Trasplante Renal, esta fue emitida por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Se precisó que de estos 33 menores, 17 son niñas y 16 niños, el más pequeño que hasta ahora ha recibido el trasplante tenía ocho años al momento de la donación y el mayor 18 años.
HEP