Con información de Edith Reyes Rojas y Shayra Albañil Reyes

Guanajuato.- El maltrato a los residentes de Medicina es una práctica común y normalizada, de acuerdo con los testimonios que recogió AM. Fue la experiencia de la médico Aline. No ejercer su profesión y vivir con depresión ha sido el resultado de acoso sexual y laboral que padeció.

Ella hacía una especialidad de Medicina en Urgencias en el Hospital General de Irapuato pero al no aguantar la presión que sufría de dos médicos y al no ser apoyada por autoridades, decidió abandonar todo. 

La doctora estudió en la Universidad de Guanajuato y hace un año empezó con su residencia en la que vivió humillaciones, abusos, horarios pesados y groserías.

Aline platicó que las malas vivencias fueron por los malos tratos que le dieron dos médicos de jerarquía en el hospital. También señaló acoso sexual ya que afirmó que sin su consentimiento la besaban en la frente, le tocaban de la cintura o le picoteaban las costillas. 

Ella comenzó a denunciar los acosos que, además de generarle depresión la dejaron en el hospital ya que sufrió una apendicitis que terminó en una operación.

Hacer su residencia ahí le costó mucho estudio y realizar un examen de aceptación. 

Desde el día uno que me presenté a mi hospital que era el General de Irapuato, los tratos hacia mi persona fueron muy hostiles por parte del en ese momento titular”, señaló Aline a quien a propósito y con advertencia le decían “hoy te voy hacer llorar”. 

A Aline muchas personas no le creyeron la situación que reportó incluso ni el director del Hospital, el doctor Juan Enrique Sánchez. 

Juan Enrique Sánchez, director del Hospital General de Irapuato, en una imagen de 2021. Foto: Archivo

Reportar la situación que la hacía sentir incómoda e insegura le trajo más problemas, ya que aseguró que todo se volvió peor. 

Incluso dijo que uno de los doctores que la acosaba le dijo a ella y a varios compañeros que su objetivo era hacer que se dieran de baja porque no los consideraba capaces de estar en esa especialidad.

El 12 de julio Aline también entregó un documento dirigido a los doctores Juan Enrique Sánchez, director del Hospital; a la doctora Bertha Isabel Arévalo Rivas, coordinadora de Especialidades Médicas de la Universidad de Guanajuato, al ahora ex Secretario de Salud, Daniel Díaz Martínez; al doctor Efraín Navarro Olivos, director de Enseñanza e Investigación del Estado de Guanajuato; al doctor Hugo López Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno federal; así como al gobernador del Estado de Guanajuato Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. 

En ese documento manifestó todo lo que estaba viviendo en el hospital pero al no haber respuesta mejor abandonó la residencia. 

También interpuso una denuncia penal cuya carpeta de investigación es la 28889-2024 y una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para exponer su caso, pero a la fecha nadie le ha dado respuesta. 

La Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato inició una investigación oficiosa por el caso de la denuncia de acoso laboral y sexual que realizó la médico Aline la queja quedó bajo la queja número 0325/2024.

“Siguen sin darme respuesta alguna, Derechos Humanos ya no se ha comunicado conmigo y la fiscalía sigue en investigaciones”, afirmó la afectada. 

Sus jornadas de trabajo

Lo máximo cuando eran guardias hasta 38 a 39 horas y en horario normal lo máximo que hice 15 horas entrando a las 6 de la mañana y saliendo a las 9 de la noche. De hecho se supone que el horario normal era de 7 a 3 de la tarde y las guardias de fin de semana de 24 horas y entre semana de 36 horas”, añadió la médico. 

Y agregó: “Cuando yo entré nos pagaban 7500 la quincena pero había otros servicios que les daban 7100 pesos. Cabe resaltar que aunque tuviéramos guardias nos teníamos que quedar al día siguiente a nuestro turno normal, desvelados”. 

“Ahorita no trabajo, la verdad por el momento no me siento bien para volver a ejercer, hay muchos casos pero lamentablemente no hablan, y no solo en la que era mi sede si no en diferentes sedes de otras ciudades”, dijo sin ánimos de volver a vivir la residencia. 

Y agregó que también cuando ingresó a la residencia un compañero se dio de baja, pero no supo bien porqué problema ya que hubo hermetismo. 

‘Burnout’ en las residencias

Cuando fui R1 estuve en tratamiento psicológico hasta que llegué en el más avanzado porque la carga era muchísima y es algo muy frustrante. Se necesita una buena salud mental porque precisamente cuidas de la salud de otros”, dijo una médico que hizo su residencia en Pediatría en un hospital público de León. 

Ella, quien pidió el anonimato, consideró que haber hecho la residencia fue muy complicado porque en todo momento sentía agotamiento tanto físico como mental. 

En el primer año de residencia, es cuando los jóvenes más abandonan la residencia o especialidad. 

“Me dio síndrome de burnout, pero no hay quien te ayude porque escuchas a los compañeros de más arriba y todos pasan por situaciones muy parecidas, con horarios pesados y siempre se ha sabido que la medicina es muy pesada y de mucha entrega” comentó la médico pediatra. 

El síndrome de Burnout es cuando las personas están agotadas, exhaustas debido a una sobrecarga de trabajo o al estrés laboral. 

Otro caso es el de un ex residente del Hospital General de León, quien dejó la residencia debido a que sufrió maltrato no solo de médicos sino de residentes de niveles más avanzados. 

Aunque dejan la residencia, algunos vuelven a aplicar exámenes para ser colocados en otros hospitales, pero algunos ya no vuelven por las cargas pesadas y deciden abandonar sus sueños.

Mediante redes sociales también se han hecho múltiples denuncias de las condiciones en que laboran los residentes en los que se señalan principalmente los horarios muy pesados y los malos tratos por parte de los superiores. 

En redes hay miles de médicos residentes que exponen sus malas experiencias: “hay humillación frente a los pacientes, a los familiares o frente a los servicios”, “es horrible pero la nueva generación de médicos podemos cambiar ese sistema”, “abusos verbales y hasta que no te den tiempo para comer es parte de…”, “si yo no duermo nadie duerme”, “en mi R1 mi ex jefa de residentes me dijo que no serviría para pediatra y con suerte lograría trabajar en un call center”. 

‘Es un periodo de adiestramiento’

Las asignaciones de trabajo a los médicos residentes cada vez deben ser más racionales, consideró Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.

El doctor Éctor Jaime Ramírez Barba, en la tribuna del Congreso. Foto: Tomada de su Facebook

El médico y legislador federal leonés advirtió que si en un hospital las guardias de los residentes no se hacen apegadas a la normatividad existe el riesgo de que los médicos en formación trabajen horas de más. 

A diferencia de un trabajador normal, un residente está en periodo de entrenamiento y requiere un periodo complementario de aprendizajes y desarrollo de habilidades que se obtienen a través de las guardias. 

No puede ser que vayas de 8 a 4 y vete a tu casa, así no se aprende la medicina. ¿Cuántos procedimientos debe hacer un residente para salir bien experto en su área?, ¿cuántos casos pueden ver para aprender?… si no cómo aprendes. No es un trabajo lo que están haciendo, es un periodo de adiestramiento”, advirtió Ramírez Barba

En contraparte, ya existen los mecanismos legales a través de los cuales los residentes pueden defenderse contra el acoso sexual, sobrecarga de trabajo y otras irregularidades. 

Referente a los dormitorios o residencias consideró que lo ideal es que haya dormitorios de hombres y de mujeres, sin embargo recordó que hay especialidades en las que se inscriben más mujeres y otras con más hombres. 

Legislan contra violencia en sector Salud

Con el objetivo de erradicar violencia, discriminación dentro del sistema de salud, en abril  de este año la Cámara de Diputados aprobó una reforma para prevenir violencia y acoso hacia personal médico, residentes y estudiantes.

Mediante un comunicado de prensa se explicó que: “En México existe una estructura jerarquizada que en ocasiones funciona de manera autoritaria”.

Por ello, ante el crecimiento de la demanda de los servicios de salud y los límites presupuestales y de infraestructura, el Estado mexicano debe atender urgentemente la precariedad con la que el personal médico, médicos residentes y estudiantes de medicina han enfrentado su labor desde años atrás, hacer justicia y fortalecer el marco jurídico”, señala el comunicado.  

También señala que la discriminación en los centros de salud donde se brinda el servicio de los residentes médicos, debe ser combatida y erradicada.

Durante la aprobación de la reforma se mencionó que en muchos casos la violencia orilla a los médicos, residentes y estudiantes de medicina a renunciar a su sueño de convertirse en especialistas.

Y se reconoció que “el sistema de salud se rige por una estructura jerárquica marcada por tendencias que en la mayoría de las ocasiones resultan autoritarias y abusivas, lo cual ha creado un entorno propenso a la violencia psicológica entre el personal médico, especialmente al imponer tareas titánicas imposibles de cumplir en una sana jornada laboral”.

También se dijo que la violencia contra los residentes genera desde problemas psicológicos, ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático y un ambiente hostil que se suma a las presiones académicas y profesionales.

Con la reforma se añadió una fracción V al artículo 90 de la Ley General de Salud, que corresponde a la Secretaría de Salud y a los gobiernos de las entidades federativas.

El artículo indica que se deben promover actividades tendientes a la formación, capacitación y actualización de los recursos humanos que se requieran para la satisfacción de las necesidades del país en materia de salud.

  • Apoyar la creación de centros de capacitación y actualización de los recursos humanos para la salud.
  • Otorgar facilidades para la enseñanza y adiestramiento en servicio dentro de los establecimientos de salud, a las instituciones que tengan por objeto la formación, capacitación o actualización de profesionales, técnicos y auxiliares de la salud, de conformidad con las normas que rijan el funcionamiento de los primeros. 
  • Así como promover la participación voluntaria de profesionales, técnicos y auxiliares de la salud en actividades docentes o técnicas. 

DAR

 

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