Guanajuato.- “Nos dicen grupos vulnerables, pero los indígenas no somos grupos vulnerables”, afirmó la indígena zapoteca Eufrosina Cruz Mendoza durante una charla en el Centro Fox el sábado.
En una entrevista posterior con AM, Cruz Mendoza expresó que deberían ser nombrados correctamente como lo que realmente son: Grupos en situación de desventaja.
Durante su plática, criticó que en el ámbito público, los indígenas son vistos como “un tema”, “un problema” o “grupos vulnerables”, pero afirmó que no se ajustan a ninguna de estas etiquetas.
En la misma entrevista, señaló que instituciones como el INE, y otras que se refieren a ellos como “grupos vulnerables”, deben comenzar a nombrarlos como personas cuyos derechos y oportunidades han sido vulnerados, pero que no son grupos vulnerables en sí.
Es cambiar ese concepto. Es todo un proceso que se tiene que hacer desde las propias comunidades. Las instituciones tienen que empezar a nombrarlas con las palabras correctas”, subrayó.
Cuando se le preguntó si esto implicaría eliminar las candidaturas reservadas para indígenas bajo la categoría de “grupos vulnerables”, Cruz Mendoza consideró que estas candidaturas deben mantenerse.
“No, las acciones afirmativas se construyeron para la población en desventaja. Es que los meten como grupos vulnerables. Ahí debería ser poblaciones con desventaja”, aclaró.
Desafió usos y costumbres
Eufrosina Cruz Mendoza es una indígena zapoteca nacida en un pueblo pobre de la Sierra de Oaxaca, con poco más de mil habitantes, hija de padres analfabetos y con nueve hermanos.
Desde temprana edad, desafió los “usos y costumbres” de su comunidad que dictaban su destino, que incluía casarse a los 12 años y tener hijos. A esa edad, decidió rebelarse y obligó a su padre a permitirle irse a Salina Cruz, Oaxaca, donde cursó la secundaria y la preparatoria.
Posteriormente, se trasladó a la capital del estado para estudiar Contaduría. Al finalizar su carrera, regresó a su pueblo y se postuló como candidata a la Presidencia Municipal a los 27 años; ganó, pero no le permitieron asumir el cargo porque era mujer, según los “usos y costumbres” de la comunidad.
A pesar de no poder defender su triunfo debido al temor de sus padres a ser expulsados del pueblo, Cruz Mendoza no se rindió. Más tarde, se postuló como candidata a diputada local; ganó, y fue nombrada Presidenta del Congreso del Estado.
De 2015 a 2018, fue diputada federal por el PAN, donde presidió la Comisión de Asuntos Indígenas y logró la adición a la Constitución Federal para garantizar el derecho de las mujeres indígenas a votar y ser votadas, un derecho que le fue negado en su infancia.
El año pasado, logró que se tipificara como delito el matrimonio con menores de edad, asegurando que ninguna niña más sufra lo que las niñas de su generación, y todas las anteriores, padecieron.
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AAK