Guanajuato.- Para el analista David Saucedo, el diagnóstico sobre Guanajuato, presentado por el Gobierno Federal en la conferencia de este martes, tiene un sesgo político-ideológico; enuncia los efectos de la violencia y no las causas, con el objeto de erosionar a sus rivales de Acción Nacional.
“No defiendo a (Carlos) Zamarripa ni a Alvar (Cabeza de Vaca) ni al gobierno de Guanajuato, pero sí me parece que tiene un sesgo con fines mediáticos”.
Saucedo afirmó que hay asignaturas pendientes por el modelo de desarrollo fallido que tiene la entidad, como que León tiene el mayor número de pobres en todo el país y que el estado no es capaz de generar empleo para todos los jóvenes que se están incorporando a la población económicamente activa.
Y en cuestiones de seguridad, hubo actitud “de brazos caídos, si no es que cómplice, de Alvar y Zamarripa, con criminales locales y después, del exterior”.
El especialista cuestionó la metodología de la encuesta de adicciones en trabajadores de Guanajuato. También, sobre qué empresas encuestaron y cuál fue el nivel prevalencia y el de incidencia.
De entrada me parece falsa, ni en Tijuana ni en Ciudad Juárez, donde tenemos flujos constantes de droga hacia Estados Unidos y donde hay una industria de maquila muy grande, hay esta situación de adicción en la clase trabajadora, por una simple razón: la adicción provoca ausentismo, robo hormiga y el debilitamiento físico”.
Sin autoridad moral
Bernardo León Olea, también analista y exasesor de seguridad del Municipio de León, comentó que las declaraciones de la Secretaria Federal de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, son tendenciosas y no tienen legitimidad para abordar los temas de seguridad y justicia penal, lo que no le quita responsabilidad al gobierno de Guanajuato.
“El gobierno estatal y algunos municipales no han hecho su chamba. No aumentó el número de denuncias, ni el de investigaciones o el de sentencias; no se redujeron casi ningún índice de criminalidad: con encuestas, no con los datos de la Fiscalía. Y cuando el estado no hace su chamba, los criminales son impunes”.
“Al gobierno del estado se le dijo hasta la asfixia qué cosas sí se podían hacer para combatir el crimen y no las hicieron” además de que “mantuvo a funcionarios que no tuvieron resultados exitosos, que se inventaron indicadores para que parecieran exitosos pero no tuvieron ningún efecto en la criminalidad y se inventaron muy buenos pretextos”.
Sin embargo, recalcó que el Gobierno Federal es peor: en materia de seguridad y justicia fue un rotundo fracaso y que por ejemplo, el consumo de drogas aumentó, porque nadie toca a los narcomenudistas ni a los narcotraficantes a gran escala, que es un problema nacional que no se ha atendido.
León Olea concluyó que poner como mal ejemplo a Guanajuato “es de una bajeza enorme”.
AAK