Con información de Jansel Jiménez
Celaya, Guanajuato.- Las Patitas Aguilar, grupo especializado en protección de animales, denunció en redes sociales a una docente de la Universidad Politécnica de Guanajuato (UPG) como presunta responsable de la muerte de dos perros a mediados del mes de septiembre en el municipio de Cortazar.
Asesinó a dos perritos dejándolos en la cajuela de un carro durante cuatro horas. (En la UPG) fomentan el amor hacia los animales, así que esto no se puede quedar así, pedimos justicia”, se lee en su página de Facebook.
En respuesta, la institución universitaria emitió un comunicado en el cual informó lo siguiente:
“La UPG está plenamente consciente de la gravedad de lo acontecido. Sin embargo, este es un asunto que corresponde a las instancias legales y competentes para su seguimiento y resolución”.
También especificó que en cumplimiento de las normativas vigentes y respetando los procesos legales, esperará las recomendaciones y resoluciones de dichas autoridades antes de tomar cualquier medida adicional.
No podemos ni debemos interferir en los procedimientos establecidos”, puntualizó.
En este sentido, enfatizó su compromiso con los valores de protección de la comunidad, el entorno y los animales, además de que realizó un llamado al respeto a los involucrados en el caso mientras se realizan las investigaciones.
“Invitamos a todas y todos a actuar con responsabilidad y prudencia, comprendiendo que los hechos deben ser tratados conforme a las instancias correspondientes”, concluyó.
Sin embargo, de acuerdo con Las Patitas Aguilar, la UPG subestima la gravedad de los hechos denunciados.
Es muy decepcionante que minimicen estos actos o no vean la gravedad del asunto. ¿Quieren dejar pasar un asesinato tan brutal que cometió una docente de su institución? Dicen amor a los animales y protegen a una asesina”, afirmó.
Por otro lado, los sucesos causaron cientos de comentarios en redes sociales, algunos de los cuales consideraron el comunicado de la UPG como “objetivo y congruente”, mientras que otros lo interpretaron como “absurdo” por no haberle exigido a la docente que aclarara la situación.
AAK