Guanajuato.- El panteón de Santa Paula abre sus puertas a la historia y a quienes buscan honrar a aquellos que se nos adelantaron en el camino. Entre recuerdos, lágrimas y homenajes, la gente se abre paso para poder recordar y festejar a sus fieles difuntos en este Día de Muertos.

Un cementerio que coquetea con el recuerdo y la leyenda, el de Santa Paula fue inaugurado en el siglo XIX, pero su propósito sigue intacto: ser el último descanso para los fieles difuntos.

Desde su imponente entrada, este cementerio le recuerda a todo aquello que decide entrar, que es historia viviente. La solemnidad y sobriedad son las principales tonalidades de la imagen que se muestra cada Día de Muertos, pero tampoco queda de lado el colorido de la fiesta que esta celebración representa.

El panteón de Santa Paula se erige majestuoso como el principal testigo de todas aquellas historias que acabaron prematuramente: amores jurados por la eternidad o hasta una amistad que soporta el paso del tiempo y el dolor de la partida.

FOTOS: Así se vivió el Día de Muertos en el panteón de Santa Paula:

Ella recuerda que cuando era niña, fue de las primeras que vendía botes con agua para la gente que venía al camposanto. Foto: Omar Ramírez.

 

“Hoy vine a dejarles sus flores a todos mis seres queridos y ya mañana llego como a las 11. Salgo a comer algo y me regreso, después me voy como hasta las 3 de la tarde”, Sara Pérez, viene desde el Mercado Hidalgo. Foto: Omar Ramírez.

 

José Trinidad le da vida a la tumba de su madre, Josefina Ramírez, quien falleció el 28 de mayo de 1975. Foto: Omar Ramírez.

 

Joven carga una escalera, con la que le ayuda a la gente a colocar flores o recuerdos que dejan sobre las lápidas. Foto: Omar Ramírez.

 

Juana Vergara García y su hijo, José de Jesús Anguiano, descansan en una de las pocas bancas que tiene el panteón. Foto: Omar Ramírez.

 

Tumbas que quedarán para la perpetuidad. Foto: Omar Ramírez.

 

Turistas recorren el panteón. Foto: Omar Ramírez.

 

Una paloma se encuentra postrada tomando agua. Foto: Omar Ramírez.

 

“Lorenza, tus padres, hermanos y tíos te lloran, y tu Edmundo no te olvidará”. Foto: Omar Ramírez.

AAK

 

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