Guanajuato.- Angélica María Landeros, pasa gran parte del día en el hospital luchando por la salud de su bebé prematura, Dulce. Su historia comenzó en octubre, cuando su presión arterial aumentó, llevándola a urgencias, donde le diagnosticaron preeclampsia, complicando el embarazo obligó a que Dulce naciera a las 26.5 semanas de gestación.

Ver a mi pequeña llena de tubos y máquinas es muy difícil, pero su lucha me da fuerzas para seguir adelante”, contó la señora Angélica.

Dulce, que pesó apenas 900 gramos al nacer, ha ganado peso y muestra signos de progreso, por lo que los médicos le han dado esperanzas para que pronto regrese a casa a conocer a sus dos hermanos mayores de cinco y nueve años.

“Quiero decirle a todas las mamás que estén pasando por esto, que no pierdan la esperanza, con la ayuda de Dios, todo es posible. La fuerza que ella tiene para vencer las cosas, las ganas de vivir me dan fortaleza” agregó 

Un bebé prematuro es aquel que nace antes de las 37 semanas de gestación, lo que implica inmadurez en sus órganos y un riesgo significativo para su desarrollo y supervivencia. De acuerdo con la Secretaría de Salud, la prematuridad es la principal causa de mortalidad en niños menores de cinco años. 

Dulce pesó 900 gramos al nacer. Foto: Cortesía.

A nivel mundial, 15 millones de bebés nacen prematuros cada año; más de un millón fallecen por complicaciones relacionadas, siendo el 98% de estas muertes en países en vías de desarrollo.  

En Guanajuato, de enero a septiembre de este año se registraron 27 mil 700 nacimientos prematuros, relacionados con factores como embarazos adolescentes, gestaciones múltiples por técnicas de reproducción asistida, malnutrición y acceso limitado a servicios médicos. También influyen enfermedades maternas como preeclampsia, infecciones urinarias y vulvovaginitis, así como un control prenatal insuficiente.  

La Secretaría de Salud de Guanajuato actualmente, cuenta con 17 hospitales acreditados con Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), equipados con tecnología de punta como incubadoras especializadas y ventiladores de alta frecuencia. 

Ivonne Pérez, pediatra neonatóloga del Hospital General de Dolores Hidalgo, enfatizó: “El control prenatal es clave para prevenir complicaciones. Muchas veces, el parto prematuro está relacionado con embarazos adolescentes y falta de seguimiento médico adecuado.”  

Atención que marca la diferencia

Gracias a avances médicos como la ventilación asistida, el surfactante pulmonar exógeno y los corticoides prenatales, la supervivencia de bebés prematuros ha mejorado significativamente la supervivencia, permitiendo que bebés nacidos desde las 22 semanas con peso menor a 1 kilogramo puedan sobrevivir.

En Guanajuato, además, se ha implementado el “Método canguro”, que fomenta el contacto piel a piel entre los padres y el bebé, lo que estabiliza su temperatura, frecuencia cardíaca y respiración, además de fortalecer el vínculo familiar.  

Un día en una incubadora especializada puede costar hasta 40 mil pesos, monto que en Guanajuato es absorbido por la Secretaría de Salud, permitiendo que las familias reciban atención sin preocupaciones económicas. Este esfuerzo ha logrado disminuir la mortalidad neonatal en el estado, pese al aumento de los nacimientos prematuros.  

Los bebés nacidos entre las semanas 32 y 37 del tercer trimestre enfrentan riesgos como infecciones, dificultad respiratoria por deficiencia de surfactante, y hemorragias cerebrales. La duración de la estancia hospitalaria de los bebés prematuros depende de la semana de gestación, peso y las complicaciones que surjan. Cuanto más cerca de las 38 semanas, su estancia puede reducirse a una o dos semanas.

El “Método canguro” fomenta el contacto piel con piel entre madre e hija. Foto: Cortesía.

Uno de los principales desafíos es garantizar una nutrición adecuada,  debido a que muchos recién nacidos prematuros no tienen la fuerza para succionar, se les alimenta por sonda con leche materna, que proporciona nutrientes esenciales y fortalece su sistema inmunológico mediante la creación de anticuerpos.

Más de una década al servicio de neonatos

Claudia Carrillo Villegas, enfermera pediátrica, ha dedicado los últimos 14 años de su vida al cuidado de los neonatos más vulnerables, trabajando actualmente en el área de cuidados intensivos neonatales en el Hospital General de Dolores Hidalgo. 

Es un trabajo con muchos sentimientos encontrados, ver a bebés tan pequeños, algunos con apenas 500 gramos, y a sus mamás emocionalmente indefensas, es complicado. Aunque tengas los conocimientos, siempre da miedo manipularlos por temor a afectar su vida,” comparte Claudia.  

A pesar de los retos emocionales y profesionales, su labor ofrece grandes satisfacciones: “Es increíble ver cómo luchan cada día por sobrevivir. Nos toca presenciar momentos únicos, como la primera vez que abren los ojos o sostienen el dedo de alguien, que a veces es el de las enfermeras”

En su unidad, que cuenta con capacidad para seis neonatos, Claudia y su equipo se enfrentan a casos complejos, incluyendo bebés de tan solo 25 semanas de gestación que logran salir adelante y regresar a casa con sus familias. 

Su trabajo incluye monitorear la estabilidad hemodinámica de los pequeños, administrar medicamentos, realizar curaciones y atender sus necesidades nutricionales.

AAK

 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *