El fin de semana dos gobernadores pertenecientes a la coalición “Al Frente por México” (PAN-PRD-MC), se sumaron a la candidatura de José Antonio Meade, candidato de la alianza Todos por México (PRI-PVEM-PANAL), fueron el gobernador perredista de Michoacán Silvano Aureoles y el panista de Tamaulipas Francisco Cabeza de Vaca. Hecho igual o más importante que el primer debate entre los aspirantes presidenciales.
Las encuestas publicadas consideran algunos, comprueban que el hartazgo, la inconformidad, y el deseo de cambio son suficientes para que López Obrador obtenga el triunfo el próximo 1 de julio. Quienes piensan que se encuentra asegurada la derrota del PRI, solo con la valoración de tales consideraciones, se equivocan, olvidan el peso del establishment y de la estructura tricolor.
La intención del voto en los estudios demoscópicos a favor del candidato de Morena, no garantiza que el día de la elección salgan a sufragar por sus candidatos. La clave de la maquinaria electoral tricolor siempre ha sido la movilización y la suma indistinta de diversas expresiones partidistas.
La incorporación de dos gobernadores representa un gancho al hígado para Ricardo Anaya, y nos dice que están asegurando la base de votos para Meade. Michoacán es una de las diez entidades federativas que proporcionaron el 63 por ciento del total de votos arrojados en la elección presidencial de hace seis años, aproximadamente un millón de sufragios serían para el exsecretario de Hacienda. La aportación de votos en Tamaulipas no sería menos importante.
Ambas incorporaciones fueron estratégicas y confirma la especie de que el equipo de campaña de Meade ha armado meticulosamente una sólida estrategia electoral que se llevará a cabo con la suma de los líderes sociales, de los comunitarios, de la clase política y de su militancia. El objetivo, garantizar la cobertura cuadra por cuadra, colonia por colonia de las principales ciudades a nivel nacional, donde no habrá sector sin ser movilizado, no importa que sean zonas con influencia política distinta.
Que no quede duda que los priistas echarán toda la carne al asador, desde el piso 3 del edifico de Insurgentes Norte, corre la versión que el siguiente gobernador del PAN que se sumara al proyecto de José Antonio Meade, es el de Querétaro, Pancho Domínguez.
Twitter: @David_Tenorio