Dos encuestas que perfilan las preferencias ciudadanas para conformar el senado en Hidalgo, se dieron a conocer en los últimos diez días. La de la casa encuestadora Massive Caller, fechada el tres de mayo le da el 41.9 % de las preferencias a los candidatos de Morena, el 22.3 % a los aspirantes al senado del PRI, PVEM y Nueva Alianza, el 13.2 % a la formula del PAN, PRD y el 3.3 % a los candidatos del PT.
Por otro lado, una encuesta privada, con fecha siete de mayo, marca una disputa más cerrada, entre los candidatos al senado por Morena con el 28.31 % de las preferencias sobre el 27.65 % que tienen los candidatos de la Coalición Todos por México (PRI- PVEM-PANAL), en el mes de mayo. Apenas el mes pasado la delantera la llevaban los candidatos del PRI- PVEM-PANAL, con el 28.72 % seguidos por los candidatos de Morena con el 24.35 %.
Las encuestas pueden o no marcar una tendencia, pero pueden incidir en las preferencias. Lo que sí, definitivamente logran, es impactar favorable o negativamente en el equipo de campaña de los candidatos. Encabezar las preferencias o ser el último, afecta anímicamente su desarrollo.
Un ejemplo, que es vox populi, son las desavenencias cada vez más reiteradas que tiene el aspirante al senado por la Coalición Todos por México (PRI-PVEM-PANAL), Alejandro González con su equipo de trabajo. No le encuentra la cuadratura al circulo por que no la hay…
Sin embargo, las encuestas proporcionan información valiosa para los equipos de campaña, para la toma de decisiones. Algo deben de estar haciendo bien o mal y si es el caso, corregir.
De acuerdo al estudio Perfil Ideal de un Candidato elaborado por De las Heras Demotecnia, previo al inicio de las campañas, el 70 % de la población considera que un candidato debe contar con preparación académica. El 46 % considera que El candidato es muy importante, su trayectoria es la que cuenta. Que provengan de origen humilde 65 %, que sea maduro 55 %, que represente un cambio 87 %, con experiencia en la política 77 % y el 35 % lo prefieren honesto.
Las encuestas no determinan al ganador sino los votos. Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky, señalaba en franca referencia al líder de las encuestas a la Presidencia de la Republica, que “las encuestas nos están contando una crónica de lo que está pasando en México. Porque nos están diciendo que hay un López Obrador que mejoró su imagen con respecto al 2006 y 2012, que disminuyó sus negativos, que mucha gente que no lo veía, lo está volteando a ver”.
Esa gente que no lo veía antes y ahora se toma su tiempo para considerarlo es la que le da cierta ventaja, pero no es definitoria. De esa percepción se han beneficiado los candidatos de Morena en los estados, en Hidalgo por ejemplo se encuentran en una zona de confort, no se esmeran por interactuar, han optado por seguir el ejemplo de su candidato presidencial, han elegido el camino fácil de la denostación (pega y resta), son como dice el dicho: Candil de la calle y oscuridad de su casa. Y es que hoy, uno de sus principales activos, Gerardo Sosa no es precisamente ejemplo de pulcritud.
A 47 días de la elección a nivel nacional nada se encuentra definido: puede mantenerse o simplemente desfondarse. En Hidalgo el jubilo de los morenistas es mero ilusionismo y el haber acudido al encono, un pesado lastre.
No a todo el electorado les mueve o motiva lo mismo. Son más los ciudadanos que sus deseos, sueños, esperanzas, expectativas, emociones y sentimientos son ajenos a la malquerencia, y a la intolerancia cada vez más patente entre los seguidores de Andrés Manuel.
Las sinrazones, fobias y antipatías los definen.
Twitter: @David_Tenorio