El expresidente uruguayo José Mujica escribió en su libro “Una Oveja Negra al Poder”, que “la comunicación no puede dejar de ser emotiva porque si no es emotiva, no llegáis a nadie. La política no son botones. Tenés que salir, ver gente, hablar”.
Hoy el electorado parece haberse vuelto inmune a los diferentes mensajes que trasmiten los diferentes candidatos; en la última encuesta elaborada por El Universal – Berumen y Asociados, nos muestra que solo el 50.7% de los encuestados afirmaron haber visto o escuchado algún spot de los candidatos a la Presidencia. El 29.6% de los consultados asegura no haber visto o escuchado algún promocional, y 19% simplemente no lo recuerda.
A pesar de que la cantidad de spots asignados a cada coalición es verdaderamente enorme (Todos por México: 9,003,234; Por México al Frente; 8,673,468 y Juntos Haremos Historia con 4,591,836), la encuesta evidencia que un 49.3 % de los ciudadanos no recuerda ni uno solo de los anuncios de campaña.
Los creativos de cada uno de los candidatos no acaban de entender, que los datos no permean si nadie les cree. La mayoría de la audiencia trae implantado el rechazo a priori de la información que le es presentada, esto en parte por la poca credibilidad que tienen los partidos políticos. El rechazo es el resultado de tantas promesas incumplidas.
Las campañas políticas no ocurren en el vacío, sino que se despliegan en un escenario social, y el actual es del hartazgo, el de la necesidad de cambio. Los pronósticos de triunfo de Morena en 28 entidades del país lo confirman. Al final, si un candidato le habla a la minoría mientras otro le habla a la mayoría, es evidentemente cuál de los dos ganara.
José Antonio Meade, ha tenido una muy mala campaña de comunicación. No es percibido como la herramienta idónea para impulsar y continuar con los CAMBIOS que México requiere.
Con la llegada del publicista Carlos Alazraki, se espera cuando menos se le conozca tal cual es. El exceso en la exposición de sus credenciales profesionales, le ha alejado de la posibilidad, de ser visto como un reflejo ciudadano; “gente de trabajo”, y “la cultura del esfuerzo” son axiomas no ajenos al sentir ciudadano y que él encarna perfectamente.
Si tomamos en cuenta la última versión de la llamada Poll of polls (encuesta de encuestas) del portal Oraculus, ejercicio estadístico que, de acuerdo al portal, tiene el propósito de «obtener una estimación de la preferencia electoral a partir de la combinación de los resultados de varias encuestas», coloca a López Obrador con el 85 % de probabilidades de erigirse ganador de la contienda presidencial.
No obstante, a 33 días del día de la elección, no hay certeza de que AMLO ya tenga el triunfo asegurado. El diario El País puntualizo que, “El margen de error hoy supera los 16 puntos para un candidato con el 40 % de intención del voto. Por eso López Obrador es favorito —con ese 85 % de probabilidad—, pero no tiene garantizada su victoria.
Si algo nos enseñan las elecciones, es que no basta elegir, hay que decidir. Claro ejemplo, el de Hillary Clinton que era puntera en las encuestas, hoy la historia es otra.
Twitter: @David_Tenorio