El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer tanto en hombres como en mujeres a nivel mundial. Pero este no fue siempre el caso. Antes del uso generalizado de los rodillos mecánicos para producir cigarros, el cáncer de pulmón era raro.
Hoy, fumar causa casi nueve de cada diez muertes por cáncer de pulmón, mientras que el gas radón, la contaminación y otros contaminantes del ambiente participan en un papel menor. Los tratamientos recientemente desarrollados brindan una nueva esperanza para los nuevos pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón.
¿POR QUÉ FUMAR PRODUCE CÁNCER DE PULMÓN?
Los cigarros están compuestos de productos químicos causantes de cáncer. También alteran el sistema de defensa natural de los pulmones. Las vías respiratorias están cubiertas con pequeños vellos llamados cilios. Estos cilios protegen a los pulmones, eliminando toxinas, bacterias y virus. El humo del tabaco impide que los cilios hagan su trabajo. Esto permite que los químicos que causan cáncer se acumulen dentro de los pulmones.
¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGO PARA DESARROLLAR CÁNCER DE PULMÓN?
En sus inicios, 90% de los casos de cáncer de pulmón se atribuían al tabaquismo. Sin embargo, en las últimas décadas se han identificado múltiples factores que en conjunto explican el 25% de casos de pacientes que nunca han fumado. Estos factores son: contaminación ambiental, ocupación de los pacientes y factores genéticos.
– El tabaquismo ha sido ampliamente estudiado. Se sabe que a menor edad de inicio, a mayor cantidad de cigarrillos y años fumando y la carga genética, es mayor el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
– La contaminación ambiental producida por combustión incompleta de inflamables fósiles (carbón, petróleo, gas natural) parece incrementar el riesgo a desarrollar cáncer de pulmón. Además, la exposición a aeropartículas del humo de leña tiene un impacto importante en la salud como factor que contribuye a su desarrollo y a otras patologías. Otros carcinógenos ambientales son el radón, el asbesto y el arsénico, productos que se encuentran en materiales de construcción y en el agua que a veces bebemos.
– La predisposición genética, es decir, tener en su familia algún antecedente de cáncer de pulmón multiplica de 2 a 3.5 veces el riesgo de desarrollar este tipo de tumor.
Lo anterior demuestra que cada vez es más común encontrar casos de pacientes con cáncer de pulmón por la combinación de estos factores de riesgo.
SÍNTOMAS
El cáncer de pulmón comienza en silencio. Por lo general no hay síntomas o señales de advertencia en las primeras etapas. A medida que empeora, el paciente puede observar lo siguiente:
– Tos que no desaparece.
– Dolor en el pecho, especialmente durante las respiraciones profundas.
– Dificultad para respirar o un ‘silbido’ con cada respiración.
– Tos con flema con sangre.
– Fatiga
¿EL CÁNCER DE PULMÓN SE PUEDE DIAGNOSTICAR A TIEMPO?
Sí. Existen exámenes de detección temprana que son pruebas que se realizan para encontrar una enfermedad antes de que comiencen los síntomas. El objetivo de este escrutinio es detectar una enfermedad a tiempo, ya que de esta manera se pueden ofrecer más alternativas de tratamiento médico. Las pruebas de detección pueden realizarse en sangre y otros fluidos o a través de estudios de imágenes del interior del cuerpo.
En la detección oportuna de cáncer de pulmón, a aquellos pacientes que tienen alto riesgo se les puede realizar un examen llamado tomografía computarizada de baja dosis de tórax. Este estudio produce imágenes de calidad suficiente para detectar enfermedades del pulmón y otros órganos utilizando menos radiación que la tomografía convencional. Esto ha mejorado la seguridad del paciente disminuyendo los efectos secundarios de la radiación.
La literatura médica recomienda que aquellos pacientes que fuman de cinco a diez cigarros por día desde hace diez años y que tienen entre 55 y 80 años deben realizarse una tomografía computarizada de baja dosis de tórax cada año como parte de detección temprana u oportuna de cáncer de pulmón. Lo mismo aplica para aquellos pacientes que solían fumar mucho y que abandonaron el tabaco hace menos de 15 años.
ESTUDIOS PARA REALIZAR DIAGNÓSTICO DE CÁNCER DE PULMÓN
OTRAS PRUEBAS PARA HACER EL DIAGNÓSTICO
Si su médico cree que podría desarrollar cáncer de pulmón, por ejemplo, porque tiene una tos que no desaparece o ‘silbidos’ al respirar, puede ser recomendable que se realice una radiografía de tórax o alguna otra prueba de imagen como la tomografía computarizada. También es posible obtener una muestra de ‘flema’ para realizar una prueba en el laboratorio en búsqueda de células cancerígenas. Si cualquiera de estas pruebas sugiere que podría tener cáncer, es probable que el siguiente paso pudiera ser una biopsia de pulmón.
¿QUÉ ES UNA BIOPSIA?
La biopsia consiste en tomar una pequeña muestra o ‘pedazo’ de pulmón del sitio sospechoso de cáncer, generalmente con una aguja, para enviarla al laboratorio y que sea examinada por un especialista que se ‘asoma’ con un microscopio. Al estudiar la muestra, el especialista (patólogo) puede determinar si existen células sospechosas de cáncer y tratar de determinar el tipo de cáncer.
DOS TIPOS PRINCIPALES DE CÁNCER DE PULMÓN
Existen dos tipos principales de cáncer de pulmón. El cáncer de pulmón de células pequeñas es más agresivo, lo que significa que puede diseminarse rápidamente a otras partes del cuerpo al principio de la enfermedad. Está estrechamente relacionado con el consumo de cigarros y es raro en los pacientes que no fuman. El cáncer de pulmón de células no pequeñas crece más lento y es más común. Es responsable de casi el 85 por ciento de todos los pacientes con cáncer de pulmón.
¿PARA QUÉ SIRVE LA ESTADIFICACIÓN DEL CÁNCER DE PULMÓN?
La estadificación describe cuánto se ha diseminado el cáncer de un paciente. El cáncer de pulmón de células pequeñas se divide en dos etapas: ‘Limitado’ significa que el cáncer está confinado a un pulmón y quizás a los ganglios linfáticos cercanos. ‘Extenso’ significa que el cáncer se ha diseminado al otro pulmón o a otros órganos. Al cáncer de pulmón de células no pequeñas se le asigna una etapa de I a IV, según cuán lejos se haya propagado.
Dr. Jorge Alejandro Lemus Arias