La más reciente protesta anti racismo que se está llevando a cabo en la NBA está lejos de ser la primera y la última; anteriormente existió un Astro que luchó contra el racismo hace décadas. Un Astro en toda la extensión de la palabra, pues, es quien más campeonatos de la máxima liga de baloncesto con 11 y quien inició la batalla racial sin tanto reflector ni la ventaja que la tecnología ofrece en estos días, tal vez por eso no tuvo gran repercusión.
William Fenton “Bill” Russell es un ex jugador de baloncesto que estuvo en la liga por trece años, todos ellos en los Celtics de Boston. Jugó como pívot y fue el máximo estandarte del equipo que ganó 11 campeonatos en trece años (del 56 al 69), en dicho lapso disputaron 10 finales consecutivas de las que ganaron ocho al hilo.
Fue nombrado cinco veces MVP de la temporada, cuatro veces mayor reboteador anual y, extrañamente solo estuvo en tres ocasiones en el Dream Team de la NBA. También fue medallista olímpico en Melbourne 1956 como capitán de la selección de Estados Unidos.
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Bill y su familia sufrieron el racismo en carne propia en Louisiana, su ciudad natal hasta el punto en que a su padre le fue negado el servicio en una gasolinera hasta que todos los clientes blancos se fueran. Cuando su padre trató de irse a buscar servicio en otro establecimiento, el encargado del lugar lo golpeó en la cara con una escopeta y lo amenazó de muerte para que se quedara y esperase su turno.
En otra ocasión, su madre caminaba por la calle usando un vestido elegante, cuando un policía local se la encontró e hizo que regresara a su casa para cambiarse el vestido que el oficial describió como “ropa de blanca”.
Todos esos problemas orillaron a la familia Russell a mudarse de su natal Monroe a Oakland, California. Su madre murió poco antes de cumplir 33 años por un fallo renal, a partir de ahí su padre se hizo cargo y Bill siempre lo reconoció como su ídolo: “Nunca en mi vida sentí vergüenza por mi padre. Intenté recoger el máximo de su filosofía y añadir mi personalidad, aunque nunca llegué a su nivel”.
Comenzó a destacar como jugador de baloncesto desde los dos últimos años de secundaria, ganó tres campeonatos estatales con el equipo del Instituto McClymonds. La única universidad que le ofreció beca deportiva fue la de San Francisco.
Junto a sus compañeros afroamericanos Hal Perry y K.C. Jones fue objeto de insultos racistas tanto en su universidad como en otros lugares. Por ejemplo, en Oklahoma City, los hoteles se negaron a recibir a Russell y sus dos compañeros mientras disputaba el torneo All-College de 1954. En protesta, el equipo entero acampó en una residencia universitaria.
Décadas más tarde Bill explicó que sus experiencias lo endurecieron frente a todo tipo de abuso, “Nunca me permití ser una víctima”, dijo.
Para 1961, casi 60 años antes de las actuales protestas sucedió el primer boicot en la NBA durante un encuentro de pretemporada. Era le época de la segregación racial en Estados Unidos y los afroamericanos, como Russell no podían ingresar a ciertos establecimientos.
El juego era en Kentucky contra los Hawks de St. Louis. Russell y sus compañeros afroamericanos se retiraron del encuentro luego de comportamiento racista hacia ellos, en señal de apoyo, los rivales de piel oscura también salieron de la duela, sin embargo, el juego se realizó de cualquier manera.
Otro intento de boicot fue tres años después previo al Juego de las Estrellas de 1964, uno de los primeros que sería televisado. Ese día, los jugadores aprovecharon la oportunidad para que la liga escuchara sus demandas: querían pensiones, entrenadores en cada equipo y no tener partidos en la tarde tras jugar la noche previa.
Los jugadores se atrincheraron en los vestidores del Boston Garden como respuesta a que el comisionado Walter Kennedy no había escuchado sus peticiones. Entre los basquetbolistas estaban Jerry West, Elgin Baylor y Oscar Robertson. Todos ellos lo tenían claro: o escuchaban sus demandas o no jugaban.
Como era de esperarse, todo el dinero en juego influyó en la decisión del comisionado y sobre la hora de inicio del encuentro, cedió. El encuentro se jugó.
El legado de Russell va más allá de lo deportivo. Los Celtics retiraron su dorsal 6 en 1972, tres años después pasó a formar parte del Salón de la Fama del Baloncesto, aún ahí, protestó y considerando la mala relación que tenía con los medios de comunicación, no asistió a ninguna de las dos ceremonias.
La influencia de Bill ha llegado hasta nuestros tiempos, hace unos meses comenzó el movimiento Black Lives Matter en Minneapolis luego del asesinato del afroamericano George Floyd a manos de policías, lo que generó decenas de protestas, algunas reprimidas por la autoridad. Rápidamente todo el país se encontraba en las calles para manifestarse.
Cuando los ánimos parecían apaciguarse, sucedió otro ataque racial a un afroamericano cometido por policías. Fue en Wisconsin donde los oficiales dispararon en la espalda a Jacob Blake quien se encuentra en un hospital y en voz de su abogado, “se necesitará un milagro para que vuelva a caminar”.
La nueva situación “reventó” la burbuja de Orlando donde están reunidos los equipos que juegan los playoffs de la NBA. Iniciaron los Bucks de Milwaukee, equipo del estado donde se cometió el ataque. Ellos comenzaron el primer boicot real a la liga, acompañados por sus compañeros de otros equipos encabezados por LeBron James lograron parar los playoffs.
Los equipos se organizaron y aplazaron los seis encuentros del miércoles y jueves que se jugarán el día de hoy. Por primera vez en la historia, los jugadores vencieron al sistema y ni más ni menos que en las semifinales de Conferencia.
Finalmente, mis Astros no me queda nada más que citar a Kyle Korver, escolta de los Jazz de Utah quien cuestionó los privilegios que tenemos como personas blancas. en un ensayo que escribió para el portal The Players Tribune:
“Las personas blancas pueden no ser culpables por los pecados de sus antepasados, pero ciertamente somos responsables de ellos. Se trata de entender que cuando hemos dicho la palabra “igualdad” durante generaciones, lo que realmente hemos querido decir es la igualdad para cierto grupo de personas . Se trata de entender que cuando hemos dicho la palabra “desigualdad” durante generaciones, lo que realmente hemos querido decir es la esclavitud y sus consecuencias, que todavía se sienten hasta el día de hoy. Se trata de entender en un nivel fundamental que los negros y los blancos, todavía lo tienen diferente en Estados Unidos. Y que esas diferencias provienen de una historia desagradable … no de una división aleatoria.”, escribió.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.