La mejor forma de fiscalizar el presupuesto desde los cabildos municipales es que sus integrantes provengan de diferentes fuerzas políticas. En caso de que el presidente municipal incurra en falta, así lo acusarán los regidores emanados de partidos antagónicos al alcalde.

Ese principio básico de correlación de fuerzas aplica para todas las instancias de gobierno, aunque últimamente se ha devaluado, ya sea para generar ingobernabilidad o deriva en oposición ficticia.

Prueba de esto último es la pasada Legislatura del Congreso de Hidalgo, que de la confrontación pasó a la complicidad para aprobar un fiscal a modo y avalar de último momento la bonificación electoral millonaria para los partidos políticos.

Los actuales diputados locales van por el mismo camino, según el mensaje que mandaron desde el primer día que asumieron funciones. 

No se trata de sombrerazos pero hace falta voz crítica hacia el ejercicio diario de gobierno y su desempeño como la construcción de tantos puentes cuya utilidad queda en duda con cada lluvia que anega calles y bulevares, como si esa problemática fuera a terminar una vez inaugurados.

Precisamente Hidalgo carece de esos personajes con autoridad para señalar deficiencias, políticas erradas y aporten propuestas con tal de rectificar camino. También no existen mecanismos que sancionen a funcionarios deficientes, que solo vuelven para pedir el voto, el mal ejercicio de gobierno, aunque la consulta popular es un paso, errado, hacia ello.

Ya se verá en las próximas comparecencias de los secretarios del gabinete, en donde los diputados en turno suelen leer preguntas a modo que reciben previo a estos supuestos ejercicios de rendición de cuentas.

La confrontación entre gobierno estatal y federal también empieza, al menos en pequeñas partes del discurso previo a la elección de 2021, en un tema que no debería ocurrir por lo delicado que representa: la tragedia de Tula.

En la visita de Andrés Manuel López Obrador en Acaxochitlán, el gobierno del estado señaló que la delegación de la Secretaría del Bienestar dejó fuera del censo de afectaciones por el huracán Grace a 350 viviendas de Xochiatipan, San Felipe Orizatlán, La Misión y Molango, por lo que se quedaron sin apoyo.

Además, la Sedatu informó que por instrucción superior el sector vial urbano sería atendido por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), lo que provocó que quedaran fuera de toda evaluación y apoyo de recursos para su reconstrucción 21 obras por 206.5 millones de pesos.

Tampoco hay fuente de financiamiento para atender escuelas dañadas de educación básica, señaló la autoridad estatal durante el evento presidencial del pasado sábado.

Quizá es tiempo de que nuestros gobiernos regresen al ejemplo de una obra vecinal, la construcción y pavimentación de una calle que al ser de primera necesidad es vigilada por cada uno de los habitantes para que no haya demoras ni irregularidades pues es de utilidad común.

Un alcalde se enojó porque los vecinos no hicieron el trabajo que le toca a la presidencia municipal. Así las cosas.

ACLARACIÓN                                            
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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