En diversas entidades del país, visualizamos gran movilidad en los espacios municipales, estatales y también desde el ámbito legislativo en los cuales, diversos servidores públicos están obligados a presentar su último informe de gobierno del gran o poco trabajo que hicieron desde sus trincheras para la ciudadanía en sus respectivos periodos al frente del poder.
Si bien es una realidad, que es de poco interés que un ciudadano realmente revise al inicio de las gestiones, los Planes de Desarrollo para su estado, no podemos asegurar que haga una revisión del respectivo plan para su municipio y, si bien está acción no se justifica, también tiene mucho que ver con la forma de comunicar por parte de cada presidente municipal, gobernador o legislador.
Cuentas claras, amistades largas, es un dicho muy famoso que aplica para estos cierres de gestiones, en los cuales se entregan buenas cuentas, o de plano empezaremos a ver una serie de escapes de cine, a los que ya estamos acostumbrados, porque es muy probable que las administraciones entrantes al no continuar con la sucesión del partido saliente al poder, comience la llamada “cacería de brujas” para esclarecer el uso de los recursos en cada una de las actividades que dejan plasmadas.
También es una realidad que, a diferencia de una gubernatura, los legisladores o presidentes municipales, dependiendo la entidad, se encuentran al frente del poder durante un periodo aproximado de 3 a 4 años, y siendo muy honestos no termina de ser suficiente para generar los grandes cambios o al menos los más importantes para la ciudadanía.
Grandes deudas, o grandes resultados es lo que veremos a lo largo de estas dos semanas en donde cada informe demostrará los grandes aciertos o las desafortunadas decisiones de todos aquellos que estuvieron al frente del poder en su entidad.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.