Cuando sucede la marcha del orgullo de junio de cada año, se escuchan reclamos aludiendo a que la comunidad LGBT+ ya “consiguió sus derechos”, al tener reconocido el derecho a casarse civilmente, el reconocimiento de identidad y la adopción de menores por parte de parejas homoparentales. Eso no es todo, cada sector de la diversidad sexual presenta necesidades particulares que los gobiernos no quieren comprender. Incluso, que se hayan logrado los reconocimientos anteriores en temas de Derechos Humanos en la capital del país, eso no es garantía para el resto de entidades federativas.

La comunidad trans es una de las más resilientes y aguerridas en el activismo, quienes hoy pueden expresar con libertad o mayor confianza su orientación sexual o identidad de género es gracias a las mujeres y hombres trans que se antepusieron a los abusos y violencia de los gobiernos y la sociedad transfobica y homofóbica de cada época. Por personas trans es que varias cosas han cambiado en los últimos 60 años.

El tema de la salud para alguien trans es complicado por la falta de sensibilidad al tema de algunos médicos, incluso la ausencia de experiencia para atender casos dentro de ese contexto. Además de sumar la incomodidad que llegan a tener al acudir a un urólogo o ginecólogo, especialidad en las que es común encontrar a hombres o mujeres cis género. Un hombre trans debe acudir al ginecólogo para cuidar de su salud, así como una mujer trans con un urólogo. Esto provoca mofas por parte de los sectores conservadores, quienes con esta situación afirman que por ello no pueden ser quienes elles han decidido. La realidad es que la identidad de género va más allá de los genitales y la salud no puede estar condicionada a nada.

La primer Unidad de Salud Integral para Personas Trans de la Ciudad de México es un gran referente en este tema, porque es un lugar pensado en las necesidades médicas de este sector, ya que además de medicina general, contará con consultorio de urología y ginecología, así como psiquiatría y endocrinología. Las personas trasns deberían poder acceder a estas especialidades médicas en cualquier otra clínica pública, sólo que debido a la ignorancia y discriminación latente, es necesario crear espacios como este. No es que la comunidad trans quiera un trato especial, necesita un espacio en el que puedan ser atendidos sin poner en riesgo su integridad y en donde la atención está asegurada, pues quienes trabajan ahí están conscientes de la comunidad a la que atenderán.

El resto de los estados mexicano tienen camino por recorrer en el reconocimiento de derechos de la población de la diversidad sexual, el activismo es fundamental cada vez y se ha dado ejemplo de los frutos que se pueden cosechar a través de la participación ciudadana, la voz de los oprimidos puede hacerse escuchar y hacer que las cosas cambien, para ello es importante continuar con la colaboración y cooperación de todes, dejar las apatías y no creer que todo está ganado, la discriminación no para y la lucha por el respeto de todes es de todos los días.

ACLARACIÓN                                            
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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