El restaurante Hunan especializado en comida china y ubicado en Paseo de la Reforma, colonia Lomas Virreyes en la Ciudad de México, fue el espacio elegido para que el ex director de PEMEX en días pasados se deleitara de estos suculentos platillos con cuatro acompañantes más.

Sin duda, no se hicieron esperar los comentarios de indignación ciudadana y periodística desde el momento de la publicación de la foto a través de diversas redes sociales en las que el ex servidor público aún y enfrentando dos procesos judiciales y con brazalete de criminal confeso Emilio Lozoya se percibía en total tranquilidad.

¿Cómo era posible que el funcionario después de confesar la recepción de sobornos por más de 12 millones de dólares, se encontrara en absoluta tranquilidad? Y lo cierto es que no deja de ser una realidad la expectativa que se generó en materia de combate a la corrupción cuando se anunció con bombo y platillo su extradición a México, porque casi todo el país esperaba que por fin se hiciera justicia en uno de los hechos más grandes de corrupción en Latinoamérica y en el que cabe resaltar la omisión de México destacando como uno de los países involucrados en el caso Odebrecht que no ha realizado sanción alguna.

Fue hasta el pasado miércoles 03 de noviembre que nuevamente por redes sociales fuimos testigos de la presentación de Emilio Lozoya a su audiencia y en la que la medida cautelar de libertad condicionada fue revertida posterior a que el magistrado José Artemio Zúñiga aceptara la petición de los fiscales del caso, quienes señalaron que el acusado estaba buscando “obstaculizar y dilatar el proceso” y por lo tanto existía riesgo de fuga. Alrededor de las 17:00 horas todo México sabía que Lozoya ya no saldría del reclusorio oriente.

Si bien muchos funcionarios y políticos se jactaron de este “triunfo contra la corrupción”, es una realidad que el Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto fue pieza clave para su detención y para reconsiderar la medida cautelar porque realizó un gran trabajo de investigación y como el mismo lo denomina el “seguimiento del dinero” facilitó a la fiscalía las acciones en contra de Emilio Lozoya.

Hoy no hay duda que hay que celebrar esta acción en contra del ex director de PEMEX sin embargo es una realidad que mientras no exista una sentencia y una reparación del daño por el impacto de estos sobornos en México, todo seguirá siendo un discurso de campaña o un festín de notas llamativas para los medios de comunicación.

 

ACLARACIÓN                                                
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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