Ninguna cultura o civilización en el mundo tiene una celebración para los difuntos, como la que México celebra cada año los primeros días de noviembre. Cada región de este país tiene una forma especial para festejar a sus muertos. En México, los festejos para los que ya no están vivos son amplios y diversos en cada región del país.

Las fiestas celebradas alrededor del Día de Muertos tienen una gran herencia prehispánica. Después de la llegada de los españoles, con la cristianización colonial, se fusionaron las celebraciones de los pueblos originales, con las de los conquistadores.

El Día de Muertos es parte elemental de la identidad cultural de México. Diferentes una de otra, la celebración para ese día, está llena de misticismo. Desde el encanto del Xantolo en la Huasteca hidalguense, pasando por la luz de Mixquic  en la Ciudad de México, llegando a la magia de Pátzcuaro en Michoacán, hasta los rituales en Oaxaca.

Sin embargo, tanta riqueza cultural, ha sido pocas veces llevada al cine. No son muchas las cintas que hayan retratado con fidelidad el Día de Muertos. Que, como he escrito en columnas anteriores, nada tiene que ver con los con los conceptos cinematográficos del extranjero, como la de “Spectre: 007” (James Bond) o “Coco”, animación de Disney.

Muy pocos cineastas extranjeros han logrado captar con fidelidad ese místico evento dedicado a los difuntos. El primero en hacerlo fue el genio ruso, Sergei Eisenstein, quien, a principios de los años 30, estuvo en nuestro país filmando su obra “¡Que viva México!”.

Eisenstein dijo: “No hay evento más maravilloso ni de mayor dignidad que pueda ser capturado por una cámara como lo es el Día de Muertos en México.” Esto, lo plasmó en el cortometraje “Death Day”, originalmente parte del largometraje “¡Que viva México!”.

Otro gran director extranjero que filmó el Día de Muertos mexicano, fue el histórico John Huston. Con su película “Under The Volcano”. La celebración hacia los difuntos es llevada con absoluta fidelidad en esta película. Sin caer en exotismos estrafalarios como algunos otros extranjeros han hecho.

De las películas mexicanas, a cinta más emblemática sobre el Día de Muertos es “Macario”, dirigida por Roberto Gavaldón. Es un extraordinario relato sobre la vida y la muerte. Esta película está a la misma altura de “El sétimo sello”, de Ingmar Bergman.

Otra gran película que aborda el tema es “La momia azteca”, realizada en 1957; dirigida por Rafael Portillo. Es una rara mezcla de realismo mágico, ciencia ficción e historia.

Una vez que ya hemos concluido nuestras celebraciones del Día de Muertos, este, sería un buen momento para ver cualquier de las películas aquí mencionadas. Así, nos podremos dar una idea de cómo el cine ha tratado algo tan importante para México.

ACLARACIÓN                                                
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *