La definición de feminismo interseccional es aquel que reconoce que no existe un solo eje de opresión, el género, que tenga que ser tenido en cuenta en la teoría y la práctica del movimiento feminista, lo que sería feminismo transversal, que omite las opresiones y defiende la categoría mujer como unitaria y abstracta.

Más bien, el feminismo interseccional reconoce y defiende que existen múltiples ejes de discriminación entrecruzados. Este feminismo es el que rompe con la universalidad de la experiencia de mujer y es construido por la diversidad de mujeres y sus experiencias y luchas. Por lo tanto, el feminismo interseccional no se basa en la premisa de unificar la identidad y buscar los intereses compartidos por todas las mujeres, si no que surge a raíz de reconocer las distintas necesidades y experiencias de todas las mujeres, y defiende las alianzas como base de la organización colectiva del movimiento.

El concepto de interseccionalidad fue utilizado por Kimberlé Crenshaw en 1989 para señalar las distintas formas en las que la raza/etnia-género-clase interactúan y cómo se generan las múltiples dimensiones y opresiones que conforman las trayectorias de las mujeres negras (Crenshaw 1989). Su objetivo fue ilustrar las experiencias a las que se enfrentaban esas mujeres, las cuales no estaban delimitadas por los márgenes tradicionales de la discriminación racial, por un lado, o de género, por otro. Afirma que la intersección del racismo/etnia, la clase y el género en las vidas de las mujeres negras afectaron y afectan sus vidas de maneras que no pueden entenderse si se miran por separado las diferentes opresiones, ni tampoco si se adicionan unas a otras.

Kimberlé expresa que la interseccionalidad es parte de la experiencia de la mujeres negras. Enfatiza cómo se intersectan las diferentes sistemas de desigualdad y dominación: el económico, el de género y el racial. La autora afroamericana sostiene que hay que tener un enfoque interseccional o que las estrategias de intervención han de responder a estas intersecciones.

Su propuesta es una crítica al feminismo que se enfoca sólo en las opresiones del sexismo dejando por fuera aspectos como las condiciones económicas; por otro lado dirige su crítica  los discursos antirracistas, vigentes por ese entonces;  por no considerar la cuestión del género. Es decir; una gran dificultad en  entender las opresiones por ser  mujeres y negras. Considera que, tanto el feminismo como el  antirracismo han fracasado a la hora de tener en cuenta las  intersecciones presentes en estos sistemas de opresión llamados  racismo y  patriarcado.

Tipos de feminismo interseccional

Con esta descentración del sujeto político del feminismo y a raíz del feminismo interseccional, se incluyen diferentes feminismos ya existentes y previos al concepto de feminismo interseccional, así como surgen otros nuevos. Los diferentes feminismos nacen de la necesidad de completar la teoría feminista. Son un reflejo de las distintas preocupaciones y discriminaciones de las mujeres.

  • Feminismo negro: en cuanto a la categoría de “raza”, es durante el movimiento de defensa de la identidad negra en los años 60 cuando el feminismo negro critica la representación que se hace de las mujeres negras desde el discurso hegemónico predominante. Defendieron la existencia de la interseccionalidad de raza, género y clase.
  • Feminismo lésbico: se populariza entre 1970 y 1980, surge de la unión del movimiento feminista y del homosexual, y analiza la discriminación de las mujeres desde el eje de la heterosexualidad obligatoria como sistema e institución. Asimismo, critica la discriminación de las mujeres lesbianas dentro del movimiento feminista hegemónico.
  • Feminismo chicano: movimiento iniciado por las mujeres hispanas que sienta las bases del pensamiento fronterizo y refleja el ser y venir de una frontera. Exigen su derecho a reconocerse con más de una identidad no reconocida hasta el momento por el feminismo imperante.
  • Feminismo indígena: movimiento en el que las mujeres tienen una doble militancia o lucha: la lucha de género y la lucha por la autonomía de sus raíces y pueblos, así como la defensa de su cultura.
  • Feminismo árabe: feminismo del mundo árabe de finales del siglo XX que defendía los derechos de las mujeres, la identidad laica y la independencia de la dominación colonialista europea.
  • Feminismo gitano: busca la igualdad de género real entre mujeres y hombres, pero además critican y señalan los privilegios étnico-raciales y socioeconómicos como fuente de opresión de las mujeres gitanas.
  • Feminismo socialista: este movimiento sitúa la opresión de las mujeres no solo en el sistema patriarcal, sino en el capitalista, defendiendo que la liberación de la mujer solo será realidad cuando se ponga fin a ambos sistemas.
  • Transfeminismo: a parte de lucha por la liberación de la mujer, conceptualiza el género como un sistema opresivo que busca controlar, limitar y adaptar aquellos cuerpos que no se adecuan a los normativos socialmente.

Estos son algunos de los movimientos feministas que pueden identificarse a día de hoy, sin embargo, la realidad es cambiante y continuamente surgen voces de mujeres y activistas que denuncian las opresiones que viven el colectivo al que pertenecen, como las mujeres discapacitadas, prostitutas, neurodivergentes, etc. Es necesario escucharlas a todas y realizar un ejercicio de reflexión crítica sobre nuestras propias ideas, actitudes y prácticas dentro del feminismo.

ACLARACIÓN                                                
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo. 

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