Feliz día de reyes, pero… también de las enfermeras y enfermeros en su día. En 1931, el entonces director del Hospital Juárez de México, José Castro Villagrana, instituyó el 6 de enero como el Día de la Enfermera y Enfermero, cuya presencia calificó como un “regalo de reyes” para los pacientes.
De acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Salud, en el Sistema Nacional de Salud hay casi 300 mil enfermeras o enfermeros.
Por eso he aquí algunos datos sobre la enfermería:
Las enfermeras antiguas vestían con hábito de monja:
Seguramente has visto alguna vez fotos antiguas o cuadros en los que aparecen enfermeras ataviadas con su uniforme de trabajo. Y tal vez te haya sorprendido que fuesen vestidas de monja. La razón es que, en Europa, durante muchos años, la labor de asistencia a los enfermos era efectuada por monjas.
Cuando estas tareas se profesionalizaron y las mujeres seglares empezaron a dedicarse a la enfermería, por tradición, sus primeros uniformes imitaban a los hábitos de las monjas.
Las lesiones profesionales más habituales de las enfermeras:
Aparte de los problemas psicológicos derivados del estrés, la carga de trabajo y los largos turnos, hay otras lesiones físicas de tipo profesional que tienen una importante incidencia en las enfermeras. Por ejemplo, las enfermeras son más susceptibles de contraer enfermedades contagiosas. Otro riesgo para la salud de las enfermeras viene derivado del uso de elementos punzantes como agujas, bisturíes, tijeras… que provocan incisiones, pinchazos y cortes accidentales. Por otro lado, la posibilidad de sufrir una lesión osteomuscular en la espalda de carácter inhabilitante es uno de las grandes lesiones de las enfermeras.
El reconocimiento oficial de la enfermería como profesión titulada se produjo en 1873:
Hasta el siglo XIX las diferentes autoridades políticas no vieron la necesidad de legislar unos estudios que dotasen de unos conocimientos mínimos habilitantes para trabajar de enfermera.
Este reconocimiento oficial de la profesión se produjo en el año 1873 en Estados Unidos, que fue el primer país que expidió títulos oficiales de enfermería. La primera enfermera en conseguir el diploma fue Linda Richards.
La primera escuela de enfermería moderna se fundó en el año 1860:
Solo con buenos centros de formación se pueden forjar los mejores profesionales.
Por eso, la necesidad de contar con escuelas de enfermería ha sido siempre un requisito indispensable como garantía de calidad en la atención a los pacientes. Históricamente se dice que la primera escuela de enfermería se fundó en la India en el año 250 antes de Cristo.
En Occidente, en cambio, la profesión se aprendía de un modo no reglado, sin planes de estudios estructurados. Hasta que en el año 1846 se creó en Alemania el Instituto de Diaconisas Protestantes de Kaiserwerth. Aunque fue en el año 1860 cuando se fundó la primera escuela laica de enfermería en la ciudad de Londres, en el Hospital Saint Thomas, por iniciativa de Florence Nightingale.
El símbolo de la enfermería es una lámpara de aceite:
Florence Nightingale es una de las grandes precursoras de la enfermería moderna. Entendió como nadie que las enfermeras debían formarse adecuadamente y que su actividad debía ser regulada. Trabajó como enfermera atendiendo a los heridos en la Guerra de Crimea. Y durante esa guerra, sus rondas nocturnas por el hospital —iluminada tan solo con una lámpara de aceite—, para cuidar del bienestar de los heridos se hicieron famosas.
Esa gráfica escena —relatada en el periódico The Times— sirvió para que se la empezase a llamar “la dama de la lámpara”. Y, por extensión, la lámpara de aceite comenzó a usarse como símbolo de las enfermeras.
Enfermeras famosas:
A lo largo de la historia son muchas las profesionales que han destacado por su contribución a la enfermería. En este artículo hemos mencionado en varias ocasiones a Florence Nightingale, pero no es la única enfermera importante.
Mujeres como Mary Breckinridge (precursora de la asistencia en los partos), Lillian Wald (centrada en la atención sanitaria de los más desfavorecidos), Dorothea Dix (que cambió la forma de tratar a los enfermos mentales), o Isabel Zendal (que formó parte de la Expedición Balmis que llevó la vacuna de la viruela a América y Filipinas) han pasado a la historia por sus grandes hitos en el mundo de la enfermería.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo