A 22 días que se cumpla el plazo del sindicato de trabajadores del ayuntamiento de Pachuca para estallar la huelga en exigencia de un incremento salarial del 20 por ciento, el alcalde Sergio Baños no se ve dispuesto a salir a barrer las calles de la capital, en caso de que las banderas rojinegras de nueva cuenta ondeen en la casa Rule y queden suspendidos los servicios que otorga el ayuntamiento a la ciudadanía.
Parece ocurrencia, pero es anécdota: la anterior presidenta municipal, la panista Yolanda Tellería, declaró que estaba dispuesta a salir a barrer las calles ante el emplazamiento que finalmente estalló en huelga, aunque de la iniciativa de la alcaldesa nunca se supo nada.
Eran otros tiempos, cuando el sindicato del ayuntamiento capitalino presumía su relación con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para descarrilar una administración municipal emanada de Acción Nacional (PAN) que culminó ahogada en sus errores.
Ahora, de nueva cuenta el panorama no es favorable para el inquilino de la casa Rule; sin embargo, las circunstancias son distintas.
Tras perder el gobierno del estado, convertido en un partido de oposición con exfuncionarios de la administración de Omar Fayad que enfrentan procesos penales, el PRI, del cual emana Sergio Baños, actualmente carece de los mecanismos para influir en la decisión de estallar o no una huelga en la alcaldía.
Y el secretario general del sindicato Percy Espinosa envía guiños hacia el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido que buscará ganar, ahora sí, la presidencia municipal de Pachuca el próximo año.
En la soledad de la presidencia municipal, ya en la recta final de su administración, el priista y empresario Sergio Baños se está quedando atrapado en sus decisiones, igual que su antecesora panista.
Tan es así que debe enviar mensajes a través de los medios de comunicación a su suplente, Benjamín Rico Moreno, quien aspira a una candidatura tricolor en 2024, para que avise por favor a la presidencia municipal cuando vaya a bachear una calle, o invitar de nueva cuenta a Percy Espinosa al diálogo con el objeto de evitar el estallamiento a huelga.
En los dos casos, ni respuesta hubo de los aludidos.
La historia de Yolanda Tellería como presidenta municipal de Pachuca acabó mal pues de una figura fuerte de la oposición para incluso disputar la gubernatura, terminó fuera de la vida política del estado.
Ahora la tendencia no será diferente. El actual presidente municipal dejó claro desde un principio cuál sería su objetivo y quiénes lo impulsaron para llegar a la alcaldía, luego que como parte de sus primeras acciones fue levantar una barda millonaria en el exclusivo fraccionamiento San Javier, cuya utilidad social mínimo debe ser cuestionada por alguna auditoría.
El tiempo se agota para Sergio Baños con tal de evitar el estallamiento de huelga y tratar de salvar, si acaso es posible, una administración municipal que se vislumbra peor que su antecesora.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo