Hace poco tiempo tanto el Gobierno de México, como la Organización Mundial de la Salud, dieron por terminada la emergencia sanitaria por covid-19, y aunque para muchos eso significa que la pandemia ya no existe, eso no es verdad, no significa que el covid no exista o que por arte de magia desapareció de la tierra, el fin de la emergencia, significa que ya no es mortal, aplicando las vacunas que se desarrollaron en estos tres años para la protección de las personas.
Si bien me he vacunado, y eso me genera anticuerpos por si llego a contagiarme, el recontagio es igual de feo, pero recordemos que no todas las personas se han vacunado o se protegen contra esta enfermedad, que es ahora parte de nuestra vida.
Debemos seguir cuidando de nuestra salud, si el cubrebocas te molesta, hay espacios en los que pueden estar sin él, no niego que también me lo quito, pero cuando no hay tantas personas cerca, o es un lugar abierto, recordemos que en ciertos lugares sigue siendo obligatorio, incluso para las personas que tiene familiares que tienen alguna enfermedad que afecta el sistema inmune, deben tomar todas las precauciones, debemos aprender que nuestra realidad no es la misma realidad que la de otra persona, y aunque a veces nos parece exagerado que alguien use ciertas cosas o tome su distancia porque evita contagiarse o exponerse, pero no sabemos que hay detrás de ese cuidado.
Me parece que en estos años de pandemia, se agudizaron problemas y actitudes que siempre habíamos tenido, pero que en este tiempo con el encierro y la falta de contacto físico se intensificó, la convivencia con otras personas se hace difícil y donde se ha notado por la forma de propagarse, es dentro de los estadios, donde muchas personas salen a divertirse y desestresarse y acaban partidos en golpes, riñas de formas tan violentas que no lo puedes creer, otro lugar donde se han notado es dentro de las escuelas, si bien el bullying siempre ha estado presente en este ámbito, la violencia ejercida es superior, antes no pasaban de insultos, apodos o alguna que otra pelea que solo eran empujones pero no recuerdo alguno que llegara a los extremos de quitarle la vida a otra persona o lastimarla gravemente, esperamos que esta nueva normalidad y el regreso a las actividades cotidianas sin tantas restricciones nos haga valorar el tiempo que pasamos sin poder salir a disfrutar o a trabajar normalmente, aun así, no bajemos la guardia, y si no nos sentimos seguros en ciertos lugares por la cantidad de personas, sigan usando el cubrebocas, lo principal es nuestra salud, hasta la próxima.
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La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo