El 8 de junio, se han cumplido 39 años desde que se estrenó una de las más emblemáticas películas de los años ochenta: “Los cazafantasmas” (Ghostbusters). Este filme, fue dirigido por canadiense Ivan Reitman, con el guion de uno de sus actores protagónicos, Dan Aykroyd; ellos, han sido los genios detrás de este maravilloso producto ochentero.

La nostalgia se arremolina entre los pensamientos cuando recurro a mi memoria para traer al presente las emociones de la primera vez que vi esta película. No tenía ni 6 años cuando mi madre me llevó al cine para ver esa maravilla. No se trata de una mis películas favoritas, pero sí del recuerdo de una hermosa época, de una colección de momentos en los que descubría mi fascinación por el cine.

Nunca he sido un ferviente fanático de alguna película en particular. Pero, de esta, existen elementos que marcaron mi infancia, al igual que a millones de espectadores alrededor del mundo en esa mágica década del 80. Crecí con “Slimer”, el pegajoso monstruo verde; el “Ectomóvil”, vehículo icónico del cine, con su matrícula ECTO-1; y mi favorito el gran “Stay Puft”, un adorable y gigantesco muñeco de malvavisco.

La crítica no fue nada benévola con “Ghostbusters”, pero eso no importó para que resultara una película taquillera. Y, no solo eso, se significó como un símbolo para quienes crecimos en los años 80. En mi caso, recuerdo más a Sigourney Weaver por este filme, que por su gran actuación en “Alien”. Con esta cinta, comenzó mi admiración por Bill Murray, uno de los cazafantasmas.

Y si hablo de símbolos, tengo que referirme al tema musical, interpretado por Ray Parker Jr., esta canción, del mismo título que la película “Ghostbusters”, se convirtió también en un clásico de la época. Imposible no recordar la tonada musical tan pegajosa como el mismo “Slimer”.

Después de su arrollador paso por las salas de cine, vino una secuela, que no tuvo el mismo éxito. Pero también productos derivados del filme. En pleno auge los videojuegos, fueron lanzados para distintas plataformas. Mi mente evoca las versiones para Atari, lanzado primero, y después el de Nintendo. Además, se publicó un cómic de “Los cazafantasmas”; también apareció una serie animada, en México se podía ver en TV abierta, por canal el legendario canal 5.

Ahora, tanto el reboot, es decir, una nueva versión, estrenada en 2016; y, la secuela de las primeras dos, estrenada en 2021, no tuvieron el impacto esperado. Difícilmente se va a igualar lo logrado por aquella película de 1984. Justo, el día del aniversario de su estreno, circuló renovada imagen del logo de “Los cazafantasmas”, anunciando que habrá una nueva película, aun sin fecha de estreno.

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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