En la entrega anterior de esta columna exponía lo maravilloso de los encuentros sentimentales en las películas. A decir verdad, distan mucho de la realidad. Tales historias representan un supuesto, mera ficción, alejada de la realidad. Más bien, son situaciones ideales que difícilmente se viven.

No todas las relaciones tienen un destino idílico y un final feliz. Algunas películas han explorado los desencuentros amorosos, mostrando cómo el amor puede desvanecerse en medio de las complejidades de la vida, dejando a los espectadores con un amargo sabor de realidad.

Un golpe realista es la magnífica historia que presenta La vida de Adèle (2013). Esta ofrece una visión cruda y realista de las luchas humanas. Dirigida por Abdellatif Kechiche, sigue la historia de Adèle y Emma, explorando su relación basada en una profunda conexión emocional y sexual. La película, ilustra cómo las diferencias personales y las expectativas no cumplidas pueden fracturar incluso el vínculo más apasionado.

El peso de las circunstancias, abordado en el filme 500 días con ella (2009), dirigida por Marc Webb. La película se desplaza a lo largo de los 500 días de la relación entre Tom y Summer, pero no sigue una línea cronológica tradicional. Esta estructura fragmentada permite al público ver cómo los altibajos emocionales y las circunstancias pueden socavar una conexión que parecía destinada a durar. La película desafía la idea de que el amor verdadero siempre prevalecerá, mostrando que las diferencias individuales y los momentos oportunos pueden llevar a desencuentros inevitables.

Una obra maestra del cine contemporáneo es Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004), dirigida por Michel Gondry; narra la historia de Joel y Clementine, una pareja que se somete a un procedimiento para borrar los recuerdos de su fallida relación. A medida que los recuerdos se desvanecen, también lo hace el vínculo entre ellos, llevando a los personajes y a los espectadores a confrontar la pérdida y la naturaleza efímera del amor.

Estas películas desgarradoras y realistas nos recuerdan que el amor no siempre sigue un camino predecible. Las relaciones pueden ser frágiles, y las circunstancias pueden cambiar en un instante. A pesar de la ausencia de finales felices, estas historias capturan la esencia humana en su vulnerabilidad y complejidad. Nos invitan a reflexionar sobre nuestras propias relaciones y a reconocer que, en la vida real, el amor a menudo es un viaje lleno de altibajos y desafíos.

Relatos cinematográficos como estos exploran temas profundos como la pérdida, la lucha por la independencia personal o las circunstancias adversas que pueden separar a las parejas. Aunque pueden ser desgarradoras, estas películas ofrecen una perspectiva más realista y matizada del amor y sus desafíos, dejando atrás el “y vivieron felices para siempre”.

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