Que importante resulta ser consciente de que en cada decisión tomada se obtiene una repercusión distinta, desde el instante mismo en que elegimos hacer algo o dejar de hacerlo, obtendremos un resultado diferente, un análisis previo de lo que puede o no ocurrir desata una serie de objeciones para tomar acción y posterior a ello, quedará la duda de haber elegido bien o no, sobre todo cuando nuestra elección no trajo consigo la expectativa anhelada, este fenómeno conocido comúnmente como ‘Efecto mariposa’, señala que hasta el aleteo de una mariposa puede desencadenar eventualidades que impacten a nivel global con efectos de gran alcance.

Las consecuencias de dicho efecto acompañan a la vida diaria en diversos temas, desde asuntos que competen a todo un país, en donde las autoridades gubernamentales son las encargadas de la toma de decisiones y que afectan o benefician la vida personal de sus gobernados.

Es evidente que las condiciones iniciales otorgan diferencias significativas del futuro, dentro de este complejo concepto destaca la interconexión que vincula y teje una red en donde nuestras decisiones personales de igual forma otorgaran una repercusión en la vida de alguien más, y no en todos los casos hacemos una previsión de lo que puede ocurrir. Por lo qué, los eventos posteriores realmente representan un antes y un después de haber seleccionado una de las opciones que tenemos a la mano, y la variación que de ello resulte, por pequeña que sea modificará con aplicabilidad universal el mañana.

Los factores que dan inicio a una determinación forman parte de la dinámica influenciada por nuestro comportamiento, estado de ánimo, habilidades, presencia, interés por lo que considero de gran responsabilidad sobre todo cuando decidimos en lo personal a sabiendas de que habrá de afectar a otras personas, conlleva por lo menos que la gente más cercana a nosotros también habrá de vivir modificaciones en su vida, en su rutina, en la cotidianidad y aceptar una nueva etapa, vivir nuevas experiencias, hechos desencadenados con consecuencias impredecibles, si fuéramos más reflexivos un momento sobre nuestras acciones y el potencial de crear olas de cambio; podríamos ser más selectivos y responsables al tomar una determinación; porque en nosotros reside el poder de hacer una diferencia significativa, el impacto que cada uno representamos en el destino de otros; requiere elegir con empatía y cuidado, al final del día también somos parte de un tapiz de causa-efecto, en donde no existe una predicción exacta y con la probabilidad de errar porque el batir de unas alas puede cambiar todo en el último momento.

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