Lo dicen los historiadores, Hernán Cortés nunca se lamentó en un árbol cómo en algunos libros de texto educativos se ha dicho, lo que en realidad hizo el conquistador español fue resguardarse y preparar más tropas para atacar Tenochtitlan.
¿Que sí lloró al perder la batalla? ¿Que sí fue a lamentarse en un árbol que ahora se encuentra en avenida Popotla? Hernán Cortés nunca se lamentó en un árbol como en los libros de historia se ha mencionado.
Lo que muy pocos saben es que esta historia falsa se derivó de la llegada de Pánfilo Narváez, quien había desembarcado con sus tropas en la costa del Golfo. Lo que sí fue cierto es que su llegada fue con el fin de someter a Hernán Cortés, ya sabemos que por problemas con el gobernador de Cuba Diego Velázquez y con la realeza del otro lado del mundo, por lo que el conquistador español tuvo que salir a su encuentro y dejar a cargo a Pedro de Alvarado con su ejército de españoles divididos, siendo este el motivo por lo que los aztecas se percatan y es cuando aprovechan esa oportunidad para revelarse y atacar al invasor.
Los mexicas aprovecharon la ausencia de Cortés y de gran parte de sus tropas para acabar con ellos y es cuando empieza la guerra entre ambas partes, porque para ese momento no había sucedido ningún enfrentamiento.
Cuando regresa Cortés y se percata de que fueron sitiadas sus tropas por los mexicas durante varios días es cuando se toma la decisión de evacuar la ciudad y atacar de noche, explicó Guilhem Olivier, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM en una conferencia virtual.
Tras el enfrentamiento y la inminente derrota de los mexicas, a ese ánimo decaído se sumó la muerte de su gran jefe de los ejércitos y sumo sacerdote, Moctezuma, y a las pocas semanas de gobierno del nuevo Tlatoani, Cuitláhuac, quien murió víctima de viruela.
Las tropas mexicas estaban desmoralizadas, aun así, pelearon y se defendieron de una forma tremenda. En cambio, el mando español sobrevivió hasta el final de la Conquista.