En Hidalgo, algo curioso está pasando: los alcaldes emanados de la oposición están trabajando de manera coordinada con el gobierno estatal, sin importar si su camiseta partidista es azul, amarilla o tricolor. Lo que demuestra que, aunque los colores del partido importan para las selfies, en la práctica, el bienestar común es lo que debería llevarse la medalla. Y sí, ¡eso ha dejado a los líderes de oposición con los nervios de punta! Están preocupados de que sus queridos ediles hagan las maletas y se vayan de luna de miel con (una) MORENA.
Hasta el momento, tranquilos todos, no hay éxodo. Nadie está cambiando de camiseta como en una final de fútbol. Los alcaldes siguen leales a sus plataformas (y también a sus desayunos gratuitos). Sin embargo, los líderes de la oposición tienen los ojos bien abiertos, preocupados de que cualquier día de estos, sus alcaldes se despierten con ganas de unirse a otro club político.
Pero también existe una tercera opción que nadie ha mencionado. ¡alcaldes
independientes! ¿Qué tal si, bajo la presión, deciden soltar sus partidos como si fueran contratos de telefonía móvil? Así podrían enviar un mensaje clarísimo a sus ciudadanos: “Aquí no jugamos por puntos, jugamos por proyectos sociales”. Y no nos engañemos, esto les daría un toque dramático a sus carreras políticas, casi como un nuevo guion para un largometraje al estilo de Luis Estrada.
En estos tiempos de política desconfiada, volverse independiente no sería traición, ¡sería una jugada digna de ajedrez! Después de todo, los ciudadanos quieren ver a sus alcaldes dando resultados, quieren parques nuevos, y probablemente quieren menos baches en las calles. Y si eso lo logran como independientes, pues ¡más poder para ellos!
Así que, políticos, dejen las telenovelas para la tele y pónganse a trabajar para el bien común. ¡Todos ganamos!
En conclusión: Los alcaldes tienen 4 opciones:
Seguir militando en el partido que le dio la victoria.
Cambiarse a MORENA
Declararse independiente sin ninguna militancia
Y como MORENA tiene su 4T, entonces los alcaldes también tienen una opción extra tal vez sería, comprar una camiseta color vino y cada que acudan a plaza Juárez se la sobreponen. Ya rumbo a sus municipios, la doblan y la guardan para la próxima reunión. ¡Y así todos contentos! ¡En FIN!
(En la elaboración de este artículo se utilizó una dosis de humor, se recomienda a los alcaldes no hacer ninguna sugerencia planteada sin la presencia de su asesor político)