El día del niño se celebra en todo el mundo por un decreto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitido el 20 de noviembre de 1959.
Este festejo que tiene como propósito celebrar y consentir a los más pequeños con muchas risas y alegrías, pero tiene un origen muy distinto que ubicado en la Primera Guerra Mundial, la cual dejó vulnerable a muchos infantes en un panorama de muerte y desolación que marcó la vida de muchos pequeños al rededor del mundo.
En México, el Día del Niño se celebra cada 30 de abril y no el 20 de noviembre, cuando se festeja de manera internacional por ser el día propuesto por la ONU en conmemoración a la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989.
De acuerdo con el diario Excélsior, al finalizar la guerra México participó en la Convención de Ginebra para proteger a la infancia y, el entonces presidente de la República, Álvaro Obregón, instauró el 30 de abril como la fecha oficial para el festejo a los pequeños, debido a que el 20 de noviembre se empalmaba con la conmemoración por el inicio de la Revolución.
LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS EN MÉXICO
Los Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes están mencionados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados internacionales y en las demás leyes aplicables. Esencialmente están en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (publicada el 4 de diciembre de 2014).
Es importante aclarar que se consideran niñas y niños a los menores de 12 años, y adolescentes las personas de entre 12 y 18 años.
Algunos de los más importantes derechos de los niños son:
A la vida: todo niño tiene derecho a vivir. Esto significa que todo niño tiene derecho a no ser asesinado, a sobrevivir y a crecer en condiciones óptimas.
A la educación: todo niño tiene derecho a recibir una educación, a disfrutar de una vida social y a construir su propio futuro. Este derecho es esencial para su desarrollo económico, social y cultural.
A la alimentación: todo niño tiene derecho a comer, a no pasar hambre y a no sufrir malnutrición. Sin embargo, cada cinco segundos muere un niño de hambre en el mundo.
A la salud: los niños deben ser protegidos de las enfermedades. Se les debe permitir crecer y convertirse en adultos sanos, esto contribuye de igual manera al desarrollo de una sociedad más activa y dinámica.
Al agua: los niños tienen derecho al acceso de agua potable de calidad y tratada en condiciones sanitarias correctas. El derecho al agua es esencial para su salud y su desarrollo.
A la identidad: todo niño tiene derecho a tener nombre y apellido, nacionalidad y a saber quiénes son sus padres. El derecho a la identidad representa el reconocimiento oficial de su existencia y de sus derechos.
A la libertad: los niños tienen derecho a expresarse, a tener opiniones, a acceder a la información y a participar en las decisiones que los afectan. Los niños tienen derecho a la libertad de religión.
A la protección: los niños tienen derecho a vivir en un contexto seguro y protegido que preserve su bienestar. Todo niño tiene derecho a ser protegido de cualquier forma de maltrato, discriminación y explotación.