Mineral del Monte fue declarado como la “Cuna del Paste en México”, mientras que dicho platillo típico nombrado como patrimonio gastronómico y cultural de Hidalgo.
Dichos nombramientos fueron publicados en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo a través del decreto 481, el cual aprobó el Congreso local al considerar que el paste y su lugar de origen tienen relevancia local e internacional debido a su consumo, venta y distribución.
De acuerdo con el decreto, en Mineral del Monte existen más de 150 familias que viven de la elaboración de pastes, actividad que a su vez genera mil 460 empleos directos, “ya que las personas visitan el pueblo principalmente a degustar este alimento”.
Uno de los principales argumentos para otorgar el nombramiento al municipio como Cuna del Paste, fue que en época vacacional Mineral del Monte recibe hasta 300 mil personas, estimaciones que realizó la Dirección de Turismo del lugar.
El decreto puede ser consultado AQUÍ.
LOS PASTES, LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DE LOS 90
El paste será catalogado como patrimonio gastronómico y cultural de Hidalgo debido a la actividad económica que en Mineral del Monte representa; esto, luego de que el auge de la minería decayó.
De acuerdo con lo narrado en los argumentos del Congreso, a finales de la década de los 90 el municipio se convirtió en un sector turístico por la gastronomía que ofrece, lo que a su vez propició en 2009 la creación del ´Festival del Paste’.
LAS MINAS, ÉPOCAS DE PROSPERIDAD EN REAL DEL MONTE
El decreto también indica que fueron los trabajadores británicos provenientes de Cornwall quienes se asentaron en los barrios mineros.
“La riqueza natural y mineral de Real del Monte, atrajo la atención de miles de personas, entre las que destacaron los habitantes del condado de Cornwall en Inglaterra, considerados los mejores mineros del mundo”.
La minería representó una época de prosperidad y bonanza que colocó a Mineral del Monte como una de las regiones más relevantes respecto a la producción de plata en el contexto nacional.
Dichos extranjeros no solo asentaron parámetros de transformación urbana como casas de ladrillos con ventanales de madera, sino la mezcla de ingredientes al interior de los pastes “como el chile, perejil y aun otros como la carne que pronto se popularizó y comercializó en sitios públicos”.