Con múltiples golpes, intento de ahogamiento con un trapo en la boca y agua y descargas eléctricas por casi 30 minutos un hombre fue acusado de homicidio, de acuerdo con una recomendación emitida por la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo (CDHEH).

Según el documento del organismo autónomo, los dos agentes implicados pertenecen a la Coordinación de Investigación de la Secretaría de Seguridad Pública, ahora adscrita a la Procuraduría General de Justicia.

Dicho caso fue recibido por la CDHEH en 2013, durante 2014 fue analizado y en abril de 2015 emitió una propuesta de solución al entonces secretario de Seguridad Alfredo Ahedo Mayorga para que atendiera la reparación de daño de la víctima.

SIN ACEPTAR REPARACIÓN DE DAÑO
Ahedo Mayorga no aceptó la reparación de daño, al argumentar que reconocer este punto sería emitir un juicio previo respecto del actuar del personal involucrado, acción que podría falsear su derecho de audiencia y debido proceso.

Ante tal negativa, la Comisión de Derechos Humanos solicitó un análisis más profundo de la situación a través de un certificado médico de lesiones de la supuesta víctima de tortura.

Así como de una diligencia en la que a través de un archivo fotográfico identificó a los agentes involucrados e incluso la solicitud de apoyo a la Tercera Visitaduría de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para la aplicación del Protocolo de Estambul.

Una vez concluida la investigación y agotado el procedimiento, la propuesta de solución fue elevar a recomendación, en virtud de no haber sido aceptada ni cumplida.

Por lo que la Comisión de Derechos Humanos, este viernes, recomendó al procurador Raúl Arroyo González.

CRÓNICA DE UNA TORTURA
El hombre narró que aproximadamente a las ocho horas del 26 de septiembre de 2013, caminaba sobre la carretera Tulancingo-Cuautepec, en la colonia Santa Martha, a la altura de la base de los autobuses Teotihuacán, cuando se acercó un vehículo.

Una vez dentro lo agacharon con la cabeza hasta el suelo y lo acusaron de matar a una persona, de lo cual había testigos.

“En el transcurso me golpearon repetidamente, yo les dije que no había sido, por lo que en ese momento me empezaron a dar muchos toques”, en toda la espalda y después le vendaron la cara.

Llegaron a un llano. Lo acostaron en el piso donde le vendaron las manos. Una vez abajo lo amenazaron con lanzar en una barranca.

“Escuché que pidieron una franela, como no llevaban me quitaron mi playera y la rompieron, me la pusieron en la boca, por lo que sentí que uno se sentó en mis pies y otro en mi pecho para que no me moviera y me comenzaron a echar agua en la boca durante un minuto en cuatro ocasiones. Me preguntaban que si yo había sido quien lo maté”.

DETENCIÓN ARBITRARIA DE HERMANAS DE LA VÍCTIMA DE TORTURA 
El miércoles 17 de julio de 2013, tres mujeres dijeron encontrarse en su domicilio al que llegaron dos vehículos, de los cuales descendieron dos personas y preguntaron por ellas.

Narraron que los agentes entraron en su domicilio y se llevaron tres teléfonos celulares. Después pidieron que los acompañaran.

Las trasladaron a la Coordinación de Investigación en Tulancingo, donde acusaron fueron separadas, interrogadas, golpeadas en la cabeza y amenazadas en caso de no decir quién había matado a la víctima. Hasta la madrugada fueron puestas en libertad.

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