El director general de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno en Hidalgo, Pedro Segovia Núñez, reconoció la existencia de algunos casos de intolerancia religiosa en la Huasteca que fueron atendidos en su momento, aunque aclaró que hay otros casos que no tienen que ver con ese tema sino con disputas familiares u otros.

Ejemplificó el caso de Coamila, en el que presuntamente a 17 menores no les permitieron ingresar a clases debido a un presunto conflicto entre creyentes evangélicos y católicos, representados por el delegado municipal de esa zona.

“El caso por ejemplo, de Coamila, es una cuestión controversial porque según el informe que tenemos de la autoridad estatal y local, el fondo de este es una disputa familiar por un predio entre dos hermanos que, casualmente, uno de ellos es delegado católico y el otro creyente evangélico”.

El funcionario precisó que este asunto es atendido por la Subsecretaría de Gobierno de la Huasteca, la presidencia municipal de Huejutla y la representación regional de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quienes buscan los mejores acuerdos en favor de los escolares.

“Tenemos conocimiento de esto, pero al día de hoy sabemos que todos los niños están en clases, ayer lo hicieron alumnos de preescolar, nosotros somos informados, creemos en la estructura del gobierno que está haciendo su trabajo y pensamos que los menores están en clase”, refirió.

Segovia Núñez reiteró que lo que sucede en Coamila no es un conflicto religioso, sino que fue generado por diferencias particulares entre un grupo de familiares.

“Me atrevo a decir en este momento, por lo que tenemos hasta hoy de información, que el conflicto no es netamente de intolerancia religiosa, sino de carácter privado entre integrantes de una familia. Sin embargo lo estamos atendiendo como corresponde”, concluyó.

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