Con la consigna de “ayudar a quienes ayudan”, Vania Castillo se dio a la tarea de vender poco más de 7 mil chocolates para adquirir una camioneta que convirtió en lo que hoy es la Unidad de Rescate Animal, con la que brinda apoyo a protectoras y rescatistas de perros en condiciones de calle. 

En entrevista, relató que la Unidad de Rescate Animal fue posible por el apoyo de la gente de Pachuca, Tulancingo, Tula y Querétaro, quienes contribuyeron a reunir el capital para el vehículo en solo cinco meses. 

Comentó que dicha unidad móvil ha facilitado los traslados de perros de la calle que realizan las asociaciones, pues estas no pueden utilizar transporte público debido a las restricciones por el ingreso de animales.

HOPEFUL
Por otro lado, Vania Castillo comentó que la asociación de protección animal que preside, de nombre Hopeful, es además una plataforma que busca ser vínculo entre otras organizaciones independientes y la sociedad pachuqueña. 

A fin de gestionar y conseguir recursos económicos y en especie entre la población para apoyar las necesidades de las diferentes asociaciones en favor de los animales.

Señaló que para la manutención del vehículo hacen uso de redes sociales para conseguir ayuda, además de que venden playeras y otros productos. 

La activista considera que la mayor problemática entre la sociedad es la indiferencia y que consideren a las protectoras como las únicas responsables de atender a los animales en situación de calle. 

Por tal motivo, a través de sus acciones y plataforma, buscan generar conciencia y educación en el cuidado de animales callejeros.

“Si no tienen auto para trasladarlos nosotros les ayudamos gratuitamente, si no tienen refugio a través de su página los contactan y si no tienen dinero los gestionamos entre nuestros contactos, la intención es ayudar”, concluyó.

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