Escudriñaba entre la hierba crecida sobre la banqueta de tierra. Quietecita, Lulú, una perrita dálmata de ocho años de edad, olfateaba como si buscase comida en aquel sitio de la calle Vicente Guerrero, en la colonia San Pedro Huaquilpan, municipio Zapotlán de Juárez.
Su hocico está aplastado, parece boca de cocodrilo, condición que le dificulta la ingesta de alimentos sólidos y deriva en desnutrición; por ahora, la perrita de color blanco con manchas negras solo come croquetas remojadas.
“¡Vete para allá ‘Chicles’, ni te le acerques!”, advierte con firme voz Lourdes Sierra, rescatista de animales y presidenta del refugio ‘Patitas Tuzas Hidalgo’, a una perrita pitbull callejera, color café claro, que gusta de perseguir motociclistas y se aproximó a Lulú, quien movía su cola de un lado para otro.
Lulú tiene moquillo; por eso, su tocaya Lourdes no deja que ningún otro perro se le acerque, pues se puede contagiar “y la cosa saldría peor, por eso la traigo en una jaula especial”, comentó.
A la perrita dálmata la encontró hace una semana en una comunidad de Acayuca. Pasaba en su camioneta y la vio. No la pudo dejar, pese a su dilema de ‘ya no rescatar más perritos… por el momento’, pues el refugio Patitas Tuzas está saturado; hay más de 60 canes en espera de encontrar un hogar.
Al principio pensaron que un automóvil o “algún malaleche” aplastaron su hocico. El veterinario que la inspeccionó de urgencia sugirió una operación que costaría 20 mil pesos.
Sin embargo, hace unos días tras estudios veterinarios, detectaron que la malformación de Lulú, que la ha dejado sin dientes, fue producto de un tic nervioso ocasionado por el moquillo que contrajo hace tiempo.
También aparecieron sus dueños, una familia de escasos recursos que comentó a la rescatista que carecen del dinero para su tratamiento. Sin embargo, aseguraron, “la quieren mucho, hasta tiene su camita y la esterilizaron”, mencionó la rescatista.
REÚNEN DINERO PARA EL TRATAMIENTO DE LULÚ
Lourdes lanzó una campaña en redes sociales para recaudar fondos con la finalidad de costear el tratamiento de Lulú, pues asegura que no puede auspiciar sus gastos al mantener a los 60 perros que habitan el refugio.
“Pedimos el apoyo para terminar de pagar su tratamiento. Pero también necesita vitaminas, estimulantes y alimento especial, pues además de estar chimuela, los parásitos hacen que esté toda ‘tilica’… ya verás que muy pronto vas a estar bien mi amor”, dice Lourdes mientras acaricia la pequeña cabeza de Lulú.
50 KILOS DE CROQUETAS AL DÍA
Para saciar el apetito de los más de 60 canes del Refugio Patitas Tuzas Hidalgo, Lourdes Sierra tiene que comprar dos bultos diarios de 25 kilogramos cada uno para alimentarlos mientras alguna familia los adopta.
“Tengo ocho años rescatando perros maltratados. Lo hago a través de reportes que la misma gente va haciendo en la página de Facebook. Y bueno, también en recorridos encontramos perritos callejeros o también los hemos salvado cuando se los llevan a la perrera”, comentó en entrevista con AM Hidalgo.
300 PERROS ADOPTADOS EN OCHO AÑOS
En los ocho años que lleva al frente del refugio, Lourdes asegura que ha logrado colocar en hogares adoptivos aproximadamente a 300 perros. Desde criollos hasta de raza, quienes son abandonados por sus dueños.
Todos los domingos, Lourdes viaja a la Ciudad de México, para poner en adopción algunos canes. Puntualmente, llega al mediodía al Parque México, a fin de que alguna persona o familia se lleve alguno.
En tanto, Lulú, con sus ojos cerrados y el tic que padece, reposaba su pequeño y desnutrido cuerpo sobre la calle afuera del refugio. Espera que en 15 días pueda mejorar; aunque por el momento deberá seguir las indicaciones del veterinario.